Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria por Joana Del Río romance Capítulo 325

Capítulo0325

En el momento en que Cira se quedó sin palabras, Fermín sacó una bolsa de papel del compartimiento de la puerta y se la entregó: -Aquí está la información de ConfiGroup, échale un vistazo.

Ella vaciló por unos segundos, pero finalmente aceptó: -Gracias, señor García.

Fermín sonrió: -Sube a descansar, antes de dormir, asegúrate de tomar las medicinas. Tu voz aún suena ronca.

-Tengo una última pregunta. ¿Cómo supo el señor García que hoy iría al club Sueños Efímeros?

Él se puso tonto de repente: -El Cupido nos unió, permitiéndonos encontrarnos a pesar de la distancia.

Cira simplemente abrió la puerta y salió del coche. Mientras él sonrió suavemente detrás de ella.

Al día siguiente, Cira acompañó a Osiel a visitar a un cliente. Se encontraron en un teatro, discutieron negocios mientras veían una obra, y cuando la obra terminó, las negociaciones también estuvieron bastante avanzadas.

Tenían otras tareas pendientes, así que se levantaron para despedirse. Al bajar del tercer piso al segundo, junto a las escaleras del segundo piso, vieron inesperadamente a Helena esperándolos.

Helena habló cortésmente: -Señor Sánchez, la próxima obra es «La conquista oriental» que al señor Vega le gusta mucho. Se preguntaba si usted tiene tiempo para verla juntos.

Osiel pensó por un momento, luego se volvió hacia Cira y dijo: Ve a ver al señor Chaves primero. Dile que tengo un asunto urgente y llegaré un poco más tarde.

Cira afirmó: Está bien.

Osiel siguió a Helena hacia la zona de los asientos privados, mientras que Cira continuó bajando las escaleras.

El teatro era una construcción antigua con escaleras de madera noble. Al bajar al siguiente piso, alzó lá cabeza y se encontró casualmente con Morgan en uno de los elegantes asientos del segundo piso.

Hoy llevaba un traje blanco, con bordados en el cuello, resaltando su aire

distinguido. Él sirvió una taza de té, la miró a través de la distancia entre los pisos, y sus profundos ojos oscuros revelaron una calma aparente.

Ella recordó el enfrentamiento de la noche anterior en la terraza y bajó la cabeza, apresurándose a bajar las escaleras.

No fue hasta que salió del teatro que se permitió respirar de nuevo.

Morgan invitó a Osiel a la siguiente obra, y sobre lo que hablaron, Cira no lo sabía. Solo cuando terminó la mañana de trabajo y se preparaban para ir a almorzar juntos en el mismo automóvil, Osiel de repente dijo: -Hagan que el departamento de recursos humanos envíe una notificación de despido a Eva.

Ella se sorprendió:

Sí.

¿Despedir a la asistente Aravena?

Osiel cerró los ojos para descansar, su tono de voz era perezoso, pero la mente de Cira estaba en un torbellino.

Desde que comenzó a trabajar, había investigado brevemente a los asistentes de Osiel, todos habían estado a su lado durante más de tres años. Por lo tanto, era evidente que

Osiel no cambiaba de asistente con frecuencia.

Aunque Eva la había molestado, no había cometido errores en el trabajo. ¿Por qué Osiel la despediría sin motivo aparente?

Le resultaba difícil no pensar en la reunión con Morgan. ¿Fue él?

Porque Eva la molestaba a propósito, y por eso ¿él había hablado con Osiel? ¿ Estaba imitando a Fermín otra vez? Fermín la había defendido frente a la puerta del club Sueños Efímeros y había expulsado a Eva para vengarla. Y ¿él

simplemente estaba despidiendo a Eva directamente?

Cira apretó los labios y preguntó con cautela: -La capacidad laboral de la

asistente Aravena es aceptable, ¿por qué el señor Sánchez la despidió?

Osiel abrió los ojos y dijo con un significado profundo: lado, más importante que la habilidad es la lealtad.

¿Eva no era leal?

Al hacer las cosas a mi

Cira seguía sospechando que eso tenía algo que ver con Morgan, pero como no podía interrogar a Osiel y no era conveniente preguntarle a Morgan, solo pudo responder con un «<si».

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