Recuperar Su Amor (Luna y Joshua) romance Capítulo 118

"No".

Luna respiró profundo. Hizo a un lado sus emociones que fueron agravadas por Aura. Se hizo a un lado para dejar que Malcolm se sentara y conseguir que se sentara a su lado.

"¿Cuándo llegaste?".

"Hace un momento".

Malcolm sonrió un poco. Bebió un sorbo de su vino mientras observaba a la multitud. "Es un evento bastante grande".

Luna asintió. "Después de todo, es el cumpleaños octogésimo de la Abuela Lynch".

Malcolm se acomodó en una postura más cómoda. Él sonrió y dijo: "Si no hubiera investigado antes a la familia Lynch, no me habría atrevido a enfrentarme a Joshua, mirando a la multitud que hay aquí hoy".

Luna se detuvo un poco. "Tú... ¿Quieres enfrentarte a Joshua?".

"Tengo la intención de hacerlo".

"No es necesario, Malcolm".

Luna suspiró: "Me ocuparé de mis asuntos personalmente. No necesito que me ayudes".

"Es solo una competencia de negocios". Malcolm sonrió un poco. "Pero, si me necesitas, siempre te apoyaré".

Sus palabras sonaron demasiado íntimas. Eso hizo que Luna se sintiera un poco incómoda.

Después de un rato, ella se aclaró la garganta. "¿ Has visto a Neil?".

"Mmm". Malcolm sonrió. "Lo vi afuera, con dos guardaespaldas. Tu hijo es como tú. Tiene la capacidad de hacer obedecer a la gente. Él puede hacer que dos hombres adultos corpulentos lo llamen jefe".

Luna sacudió la cabeza. "Él tiene la habilidad, yo no la tengo".

Si la tuviera, no habría perdido tanto, no habría sido abandonada sin piedad por Joshua tampoco.

"La tienes". Malcolm probablemente vio a través de ella. Él sonrió. "Él simplemente no sabe lo que es bueno para él. Si yo fuera él, nunca...".

Antes de que pudiera terminar de hablar, Luna lo interrumpió. "Está comenzando". Sus palabras fueron cortadas a la fuerza, pero Malcolm no se enojó.

"No puedo esperar a ver a esta pareja hecha en el cielo casarse...".

La gente seguía comentando.

Luna se mordió los labios y miró a Aura en el escenario.

En ese momento, Aura también la estaba mirando. Sus ojos estaban llenos de condescendencia y arrogancia.

"¡Lo entendieron!".

La Abuela Lynch y Aura intercambiaron miradas, luego ella sonrió y tomó su mano. "Mi nieto, Joshua Lynch, ¡por fin ha decidido casarse con Aura!".

Hubo un revuelo al instante.

Después de que el alboroto se calmara, ellos encontraron un problema. Si era un anuncio de matrimonio, ¿por qué no estaba Joshua, el hombre del momento, allí?

"Abuela, Señorita Gibson, ¿dónde está el Señor Lynch?", preguntó alguien con valentía.