Regreso Dominante de la Verdadera Heredera romance Capítulo 19

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"Jordi," incluso el tío Jaime tuvo que hablar. "¿Cómo hablas así con tus mayores? ¿Acaso te contagió tu hermana menor con su falta de modales?"

"¿Qué estás diciendo?" Cristina no pudo contenerse y dijo: "Celi apenas llegó ayer y ustedes ya la están juzgando..."

"¿Cómo no vamos a hacerlo? Apenas llega y arma un escándalo, ¿se cree una diosa o qué?" tía Julia aumentó el volumen de su voz.

"¿Acaso fue idea de Celi? ¿No fuiste tú, cuñada, quien sugirió a mamá que mantuviéramos el secreto y afirmáramos que ambas son hijas biológicas? Si nos hubieran dejado, habríamos explicado todo antes de que Celi regresara y nada de esto habría pasado."

"¿Y tienes la osadía de decir eso? ¿Después de criar a una hija por veinte años, pretendes que está bien simplemente descartarla?"

"¿Qué quieres decir con descartar? Una hija adoptiva sigue siendo nuestra hija. La queremos igual."

"Pero, ¿cómo va a ser lo mismo? ¿Cambiar de hija biológica a adoptiva? ¡Eso es humillar a Pau!"

"Cuñada, tus palabras..."

Ding....

Era la tercera vez.

Esta vez, fue Celeste quien dejó caer su cucharilla sobre el plato, generando un sonido claro y nítido.

Levantó la mirada, ladeó un poco la cabeza, mirando directamente a tía Julia y dijo lentamente: "Así que, fue tu idea."

La tía Julia, quien seguía discutiendo con Cristina, se estremeció al encontrarse con la mirada de Celeste, olvidándose por completo de lo que iba a decir.

Años después, tía Julia aún podía recordar esa mirada.

Como la de algún animal salvaje, o un dios sin compasión, observando a una insignificante hormiga que lo había enfurecido.

Mostrando cierto desprecio como si fuera algo menor e insignificante.

Una mirada que infunde miedo, pero también indignación por la propia insignificancia.

"Ella es un monstruo, no es de extrañar que Estado de Esmeralda se haya vuelto un caos por su culpa, hasta la familia Ureña estuvo a punto de ser destruida por ella."

En su vejez, la tía Julia, refugiada en el extranjero, no dejaba de maldecir a Celeste mientras contaba estas historias a su nieto, advirtiéndole: "Si alguna vez ves a su descendencia, mantente lejos. Quién sabe si heredaron su maldad, definitivamente no son buenas personas."