Regreso Dominante de la Verdadera Heredera romance Capítulo 7

Esta suposición causó un gran alboroto de inmediato.

Incluso los clientes cercanos que escucharon no pudieron evitar mirar hacia el lugar de la acción.

La sala de fiestas de la familia Morales era muy alta, con un enorme candelabro de cristal colgando del techo, reflejando miles de luces, iluminando toda la sala espléndidamente.

Las damas de alta sociedad, adornadas con joyas y vestidos largos, así como los caballeros con corbatas y relojes de marca, originalmente estaban charlando y riendo con copas en mano, pero en ese momento se sintieron atraídos por algunos pequeños gritos de sorpresa. Uno tras otro, giraron la cabeza hacia el rincón donde estaba Celeste.

Pero estos privilegiados estaban acostumbrados a ser el centro de atención y no les importaba la mirada de los demás, simplemente cubriéndose la boca con sorpresa o susurrando con un amigo.

Celeste escuchó sus voces, zumbando como mosquitos...

"¿No es así? Paula, nunca dijiste que tu hermana era muda."

"No, ella no es muda... creo. Solo es tímida."

"¿Tan tímida que no ha dicho ni una palabra hasta ahora? Entonces, ¿ni siquiera ha llamado a la abuela Alba y a la tía Morales?"

"¿Ni siquiera a mamá? Eso es demasiado, lo mejor habría sido que no la trajeran."

"¡Dejen de hablar!"

Paula rápidamente se acercó, agarró la mano de Celeste y con una cara seria les dijo a todos: "Celeste es mi hermana de sangre, la hija biológica de mis padres y su posición en la familia Morales es la misma que la mía. Si siguen burlándose de ella, es como burlarse de mí y de la familia Morales."

"Está bien, está bien."

Sus amigos se disculparon o encogieron de hombros y solo entonces Paula relajó su expresión, volteando hacia Celeste con cierta vacilación antes de llamarla lentamente hermana.

"¿Puedo saber por qué no has hablado hasta este momento?"

Su expresión era cautelosa, pero sus ojos se encontraron con los de Celeste, arrogantes y orgullosos, como si estuvieran a punto de gritar "¿Ves? ¡Este es mi territorio!"

"No tengo ninguna intención maliciosa," continuó: "solo que, si sigues sin hablar o llamar a alguien, mamá, abuela, y pronto papá, hermano, hermana, todos estarán preocupados. Si estás asustada, podrías practicar con nosotros primero."

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