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Renacer en el Incendio: Me Casé con Mi Salvador romance Capítulo 27

El corazón de Karina dio un vuelco al verlo tan cerca, con ese rostro atractivo y esos ojos profundos que parecían atravesarla por completo, como si nada pudiera ocultarse ante él.

Pero decidió no dar su brazo a torcer y le regaló una sonrisa dulce, con hoyuelos apenas marcados.

—Quiero que mañana por la tarde me acompañes a un evento, ¿puedes?

Lázaro frunció el entrecejo apenas un instante.

—Por la tarde tengo algo pendiente.

La sonrisa de Karina se congeló en el aire.

En su mente pasó fugazmente el recuerdo de la última vez que ella también lo había rechazado sin rodeos.

Este tipo... ¡qué rencoroso resultaba!

Karina sintió una mezcla de fastidio y resignación.

Forzó una media sonrisa.

—Está bien, perdón por molestarte.

Dicho esto, señaló el lonche calientito sobre el mueble.

—No olvides comer mientras siga calientito.

Un sonido seco —¡pum!— marcó el cierre suave de la puerta.

Lázaro levantó el lonche.

Era rosa, simpático, casi tierno.

Se quedó mirando el recipiente, la mirada ensombrecida y pensativa.

...

Al caer la tarde del día siguiente, Karina llegó a la entrada del salón donde se celebraba la recepción empresarial.

Acababa de entregar su invitación al encargado cuando una voz femenina y suave la sorprendió por detrás.

—Karina, ¿tú también viniste al evento?

Por dentro, Karina no pudo evitar maldecir su mala suerte. ¡Justo tenía que encontrarse con esta persona!

Al voltear, vio a Fátima vestida con un vestido largo, elegante y carísimo, abrazando con familiaridad a Valentín.

Karina apenas respondió con un seco:

—Ajá.

Valentín la miraba como si fuera una niña caprichosa.

—Ese lugar donde trabajas ahora va a quebrar en poco tiempo. Mejor ven al grupo conmigo. Tengo varias vacantes, elige la que quieras.

—Sí, Karina. Valentín acaba de deshacerse de varios vividores en el Grupo Lucero. Ahora todos lo respetan muchísimo.

Fátima añadió, mirando a Valentín como si hubiera visto una estrella fugaz.

—Además, el Grupo Galaxia ya cerró una alianza con el Grupo Lucero. Si vas con Valentín, nadie te va a molestar.

Los ojos de Karina se oscurecieron, al recordar su vida pasada.

En aquel tiempo, el Grupo Lucero enfrentó muchas crisis, y Valentín siempre supo cómo resolverlas con mano firme.

Jamás imaginó que en esta ocasión, él se adelantaría y cortaría de raíz todos esos problemas.

Eso era típico de él: siempre decidido, siempre seguro de lo que quería, capaz hasta de enfrentar la tormenta que causó al cancelar el compromiso entre sus familias, y aun así controlar el caos, sin afectar ni siquiera el mercado bursátil al día siguiente.

Siempre imperturbable, siempre certero.

Karina sonrió con una calma casi helada, su voz tan simple como un vaso de agua.

—Si el Grupo Lucero es tan prometedor, deberías quedarte ahí. A fin de cuentas, es mejor que estar en el Grupo Galaxia, donde apenas eres subdirector, ¿no?

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