Emanuel contuvo la ira en el interior y dijo en una voz reprimida:
—Mañana tendrá lugar la reunión resumida para el ejercicio militar de esta vez, por eso tengo que escribir un informe esta noche.
Dicho esto, subió las escaleras a grandes zancadas.
—No lances disparates. Mañana es sábado. ¡¿Cómo es posible que se convoque la reunión de resumen?! Escapas cada vez que te organizamos una cita a ciegas. ¡Alto ahí! Cof, cof, cof...
Jonatán se sentó lentamente con una expresión dolorida cubriéndose el pecho. Le había disparado en el pecho un espía enemigo cuando estaba en una misión militar cerca de la frontera. Jonatán había defendido la seguridad de su patria. Esa bala en el pecho fue el mayor honor de su carrera bélica, pero fue el final de su vida militar.
Ahora estaba retirado con anticipación por su mala condición física. Él sabía que no le quedaba mucho tiempo y el único deseo que tenía era ver a su único hijo casarse y después servir a su patria con todo el corazón. Sin embargo, sin saber por qué, no le gustaba ninguna de esas mujeres a Emanuel después de tantas citas a ciegas.
Estela se apresuró a darle palmaditas en la espalda al ver que su marido no estaba bien y le dijo:
—Viejo, no seas tan emocional. Respira a hondo, respira...
Jonatán miró a su esposa con los ojos llenos de preocupaciones y dijo con dudas:
—Estela, ¿acaso Emanuel todavía no olvida a su ex? Pero ya ha pasado cinco años, cinco años completos. Nuestro hijo no tiene ese tipo de «problemas», ¿verdad?
—¿Qué problema? —preguntó esta sin prestarle mucha atención a su marido.
No obstante, al momento siguiente, Estela se quedó boquiabierta con los ojos bien abiertos al escuchar la explicación de su marido y dijo preocupadamente:
—Jonatán, ¿quieres decir que...? ¡Por Dios! ¡No! ¡Nunca permitiría que tal escándalo suceda en nuestra casa de ninguna manera!
Los dos quedaron en un miedo profundo al instante.
Hace unos días, algo escandaloso le había ocurrido a un viejo compañero de armas de Jonatán. Resultó que el hijo de ese compañero, abrazando a una persona, había montado muchos alborotos en el bar después de emborracharse. ¡Lo más escandaloso fue que la persona en el abrazo de ese hijo era un hombre! Este incidente indecente había producido mucha sensación entre los viejos compañeros de armas.
Durante estos años, Emanuel nunca había salido con otras mujeres y ahora era tan renuente a las citas a ciegas. Sus padres realmente no entendían por qué su hijo, un hombre tan joven, no mostraba ningún interés por mujeres. ¡La única razón que se les ocurría era que su hijo era gay!
Estela consoló a su marido y dijo:
—Jonatán, no te preocupes demasiado. Encontré una ocasión apropiada para hablar en serio con Emanuel.
***
Si Catalina hubiera sabido que hoy Alonso regresaría, ella preferiría a aceptar la invitación de Emanuel. Pero ahora ya era demasiado tarde para arrepentirse.
Se oyó sonar el timbre en la puerta.
—Ya voy —Catalina corrió a la puerta mientras se secaba la mano.
Al abrir la puerta vio que Alonso estaba parado fuera de la puerta, llevando consigo dos maletas y dos mochilas grandes.
Alonso iba vestido con una camiseta blanquiazul y unos pantalones vaqueros que le quedaba muy bien. Tenía el pelo más corto que antes, lo que le hacía más joven y guapo. Y se podía percibir algo de cansancio en sus ojos profundos.
—Fonsi, ¿quieres mudarte? —preguntó Catalina.
—Sí, vuelvo a vivir en casa desde hoy —entró en el interior con las dos mochilas— ¿Qué haces aturdida allí? Ayúdame llevar adentro las maletas.
—Sí.
Tres meses atrás, Alonso había abandonó la casa después de tener una pelea fuerte con su padre, Román Arnal. Catalina se sorprendió un poco al verlo volver de repente. En cuanto a la causa de la pelea entre el padre e hijo, Catalina podía adivinarlo vagamente, pero no tenía el valor para confirmarlo personalmente.
—Mamá, he vuelto —Alonso salió de su cuarto después de arreglar bien todo—. ¿En qué puedo ayudar?
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