Romance en Los Ángeles romance Capítulo 43

Su corazón latía fuertemente, tomó una profunda respiración antes de seguir al hombre adentro.

Sabía que la mansión era grande, espaciosa y brillante, pero era la primera vez que estaba dentro. El estilo de decoración era americano, predominaban los tonos grises, negros y blancos, discreto pero con detalles lujosos que no pasaban desapercibidos.

Emma, quien había tomado un curso de apreciación artística en su segundo año de universidad, reconoció inmediatamente una pintura de Édouard Manet en la pared. Los adornos alrededor eran extremadamente valiosos, hasta un simple bote de basura llevaba el logo de "Louis Vuitton".

Pasando por la sala, llegaron a un jardín interior meticulosamente cuidado, al lado había una sala de cine y un gimnasio, y en una esquina, un set de palos de golf. Había escuchado que ese vecindario incluso contaba con su propio campo de golf. Ella se pellizcó la palma de la mano. Antes de conocer a Logan, lo más lujoso que había visto era un bolso Kelly de piel de cocodrilo de Hermès que llevaba una compañera de clase, una edición limitada de diseñador que valía 30,000 dólares, suficiente para comprar un apartamento de tres habitaciones en su ciudad natal.

Y estando en ese momento, en esa mansión, el inalcanzable logo "H" parecía estar por todas partes, en llaveros, juegos de cartas, encendedores... Si... si pudiera quedarse al lado de Logan para siempre, casarse con él, tener sus hijos, ¿eso significaría que también podría tener todas estas cosas? Una gran mansión, bolsos de diseñador, un conductor para llevarla y traerla, sirvientes para atenderla...

Logan no notó que Emma estaba distraída. El arroz con leche estaba espeso, pero solo había tomado una cucharada antes de dejar la cuchara a un lado.

Emma parpadeó confundida: "¿Por qué no sigues comiendo? ¿No te gustó cómo lo hice?"

Logan respondió: "Acabo de comer al salir del trabajo, todavía no tengo mucha hambre. Lo tomaré más tarde."

"Está bien, si dices que no está bueno, me sentiré triste." Emma sostuvo su rostro, sus ojos brillaban con inocencia: "Es la primera vez que cocino, sé comprensivo."

Logan acarició su cabeza con indulgencia: "¿No tenías clases hoy? Que hayas tenido tiempo de preparar caldo."

Ella le explicó: "Las finales están cerca, casi no tengo clases, y además estoy planeando tomar el GRE. Pasé todo el día en la biblioteca repasando, y solo tuve tiempo de venir a verte por la tarde."

Emma recordó su encuentro con Mia, su mirada titiló, cambiando rápidamente de tema: "Dicen en las noticias que habrá una lluvia de meteoros pronto, ¿podemos ir a verla juntos?"

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