Secreto de mi esposo ciego romance Capítulo 192

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Tras confirmar la hora y el lugar, Camila se levantó de la cama. Se preparó a toda prisa, bostezando sobre la marcha. Se recogió el cabello en una coleta suelta y se puso un jersey informal.

Cuando llegó al salón de abajo, vio a Dámaso enfrascado en una conversación con Jacobo. Sin embargo, su discusión se calmó en cuanto la vieron. Jacobo se aclaró la garganta y la examinó de pies a cabeza.

—Ha sido una siesta corta

Frunció el ceño y le miró con curiosidad.

—¿Qué te trae por aquí?

Jacobo es el médico personal de Dámaso. Si está aquí en cuanto volvamos, ¿significa que Dámaso tiene un problema de salud?

Ese pensamiento la preocupó.

Cuando estábamos en el pueblo, quería quedarme unos días más porque me gustaba, pero nunca pensé en cómo podría haber afectado eso a su salud. ¿Le pasó algo?

—¿Por qué no puedo estar aquí? —replicó Jacobo con el ceño fruncido—. Tengo buenas noticias para ti

—¿Buenas noticias? ¿De ti? —hizo una mueca.

—¡Por supuesto! —Ignorando la mirada de advertencia de Dámaso, Jacobo continuó en voz alta—: ¡No sabes hasta dónde ha llegado Dámaso por ti! Nunca se preocupó por sus ojos, pero esta vez me pidió que buscara al mejor oftalmólogo en el extranjero. ¿Adivinas el resultado?

Camila se animó en cuanto lo escucho.

—¿Cómo ha ido? ¿Cuándo podrá volver a ver?

Jacobo se sorprendió al escuchar su respuesta. En lugar de indagar sobre la posibilidad de una cura, Camila fue al grano y preguntó cuándo cabía esperar la recuperación de Dámaso.

«En realidad cree que Dámaso puede recuperarse por completo, ¿no?».

«Yo soy el médico. ¿No debería estar recibiendo el abrazo y los elogios en su lugar? ¿Qué demonios hizo Dámaso? Nada. Yo soy el que viajó por todas partes para encontrar a los especialistas y estudió las posibilidades, mientras que Dámaso lo único que hizo fue viajar con Camila. Después de todo el trabajo duro que he hecho, ¿lo único que hizo Camila fue deshacerse en elogios hacia Dámaso?».

«Ugh... ¡Olvídalo! Su mente funciona de forma diferente al resto, ¡y más cuando está enamorada!».

«Déjala en paz…».