Aferrarse al pasado no servía de nada, ¿pero como podía dejarlo ir tan fácil? ¿Como podia vivir con ello? Mi familia, mi vida todo fue un engaño.
—¡me siguen ocultando cosas! ¿¡Como pueden hacerme esto a mi!? —grite histérica.
Mi madre, Ivonne y Jack estaban frente a mí, sus miradas era de decepción por sí mismos pero eso no calmaba mi enojo.
—no creímos que... Estuvieras lista —dijo mi madre apenada.
—¡ustedes solo piensan en ustedes! Ojalá hubiera muerto con mis padres y así nunca haberlos conocido —dije entre dientes mientras salía de la habitación a toda prisa.
Quizás había sido muy dura, después de todo cuidaron de mi, pero la ira era mucho más grande que mis pensamientos.
Dax se posiciono frente a mí y me tendió su mano con una sonrisa tierna.
—ven conmigo —me dijo el con su voz suave.
Le tendí mi mano y me llevó por unos pasillos que no me había atrevido a entrar, abrió una puerta grande de madera y subimos muchas escaleras hasta llegar a un balcón viejo y vacío.
—siempre vengo aquí cuando me siento enojado o triste —dice Dax acercándose más al balcón.
Se sienta y la luz de la luna ilumina su rostro sereno pero pensativo, me acerque a él y me senté a su lado mientras trataba de calmarme.
—mis padres murieron cuando yo tenía 12 años, un día salieron y jamás los volví a ver... Mi abuelo me había dicho que habían tenido un accidente pero años después descubrí que había sido una mentira, vampiros los habían asesinado y yo al descubrirlo encare a mi abuelo y huí de casa, busque a los vampiros que habían matados a mis padres y los encontré, era un crio aun pero quería venganza por mis padres así que pelee hasta mi último aliento, logre matar a uno pero el segundo era aún más fuerte, iba asesinarme pero mi abuelo... Llego y se enfrento con el, logro matarlo pero el también murió y yo... No pude hacer nada, ese día perdí a la única familia que me había quedado —la voz de Dax era apenas un susurro quebrado que me rompió el alma verlo de tal manera.
Un nudo se instalo en mi garganta al pensar en el sufrimiento que Dax había pasado, así que lo abrace con todas mis fuerzas y el solo se quedó estático mirándome sorprendido.
—lo lamento mucho Dax, de verdad lo siento —susurre en su oído.
—jamás se lo había dicho a nadie, solo Leroy lo sabía y te lo digo a ti porque no quiero que te arrepientas de separarte de tu familia —dijo el con nostalgia.
Tenía razón, mi familia había hecho lo mejor y pensar en perderlos... No, sería una culpa muy grande para mi.
—ahí viene Leroy —dijo Dax separándose de mi, pues sabía que Leroy era muy sobreprotector.
—¿Estas bien Amelie? —Leroy entro a la habitación y me miro fijamente con los puños apretados.
—si, estoy bien —dije en respuesta.
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