Señor Lafuente, su esposa ha pedido el divorcio hace tiempo romance Capítulo 225

Un rato después, Natalia, Carolina y Harry salieron del baño.

Carolina estaba en la edad de la curiosidad.

Se interesaba por todo lo que veía por el camino, miraba aquí y allá y hablaba con Natalia.

Natalia siempre respondía con una sonrisa.

Harry podía ver que era muy devota de la hija de Logan y sentía que no era fácil criar niños.

Volviendo a la cafetería, Harry miró primero hacia Logan y lo encontró sorbiendo tranquilamente su café mientras hojeaba la revista que tenía en la mano.

Parecía muy a gusto dejando su hija al cuidado de otra.

Harry se sobresaltó un poco.

Antes, de camino al lavabo, Harry dijo que también había quedado con un amigo en la cafetería.

Una vez dentro de la cafetería, Natalia preguntó: —¿Ha llegado ya su amigo?

Harry negó con la cabeza: —Todavía no.

—Entonces, ¿por qué no se sienta con nosotros primero?

—No me parece bien interrumpir su cita.

Natalia se rio: —Está bien, a Logan no le importará.

Harry entonces se unió a Natalia y caminó hacia Logan.

Lo primero que notó cuando llegó allí fue un ramo de rosas rojas brillantes al lado del asiento de Logan.

No hacía falta pensar mucho para darse cuenta de que la rosa debía ser un regalo de Logan a Natalia.

Parecía que no era tan malo con Natalia como acababa de pensar.

—Papá, ya estamos aquí —habló Carolina y volvió a su asiento.

Logan contestó y miró de reojo a Natalia antes de darse cuenta de que Harry estaba allí. Entonces habló: —¿Señor Ramírez?

Harry dijo: —Acabo de encontrarme con la señorita Mena en la puerta y he visto que estaba usted, así que me he acercado a saludarlo.

Después de que Logan le estrechara la mano e intercambiaran cumplidos, Harry, viendo lo bien que se llevaban los tres, siguió sin sentarse, pero dijo: —Mi amigo no tardará en llegar, así que no les molesto, ya la próxima vez quedamos.

Logan no insistió y dijo: —De acuerdo.

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