Señor Lafuente, su esposa ha pedido el divorcio hace tiempo romance Capítulo 230

Miró a Logan, que estaba sentado a un lado, observándolas: —Papá, quiero comer aquí, que alguien nos traiga la comida a la sala, ¿vale?

Logan dijo: —Vale.

Carolina se puso contenta y abrazó aún más a Rebeca.

Úrsula y Esperanza aún tenían mucho de qué hablar.

Rebeca, en cambio, se mantuvo al margen, intercalando solo de vez en cuando un par de palabras.

Al cabo de un rato, Carolina se sintió cansada y le dijo a Rebeca: —Mamá, ¿cuándo vas a terminar de estar tan ocupada en el trabajo?

Rebeca, que no quería que Úrsula la oyera, la tomó en brazos y la llevó hasta el sofá de la sala y se sentó antes de decir: —No estoy muy segura, pero si todo va bien, estaré cada vez más ocupada.

Carolina se puso muy triste, no esperaba esa respuesta.

—Entonces, ¿cuándo vas a estar libre para llevarme a esquiar? —Todavía lo recordaba.

Rebeca pensó un momento y dijo: —El mes que viene.

—¿En serio?

—Sí —Rebeca dijo—. Te avisaré cuando esté libre.

—¡Genial! —Se animó Carolina.

Recordando lo de anoche, Carolina se entretuvo preguntando: —Por cierto, mamá, ¿saliste de compras anoche?

Rebeca dio un respingo, pero dijo: —Sí.

—¿Entonces la persona que vi anoche eras tú de verdad?

—Es posible —contestó y se encontró a Logan mirándola de reojo.

También hacía mucho tiempo que Carolina no salía de compras con Rebeca, aunque hubo un tiempo en el que le aburría ir de compras con su mamá, ahora que lo pensaba, lo echaba un poco de menos.

Por lo que la niña dijo: —Entonces, la próxima vez que estés libre, ¿me llevas de compras contigo? Y podemos ir a jugar a los coches de choque.

Rebeca entornó los ojos: —Vale.

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