Señor Lafuente, su esposa ha pedido el divorcio hace tiempo romance Capítulo 37

El público se quedó boquiabierto al ver a Rebeca. Alguien se levantó excitado y preguntó preventivamente: —Señor Figueras, ¿es realmente esta hermosa mujer nuestra nueva colega?

—Muy bien informado estás. —Cristian sonrió y presentó a todos: —Esta es Rebeca Infante, es la nueva...

Antes de que pudiera terminar la frase, oyó que Lucas hablar de repente y le interrumpía: —¿Es ella la razón por la que descartó a Natalia?

Cristian dio un respingo y asintió: —Sí.

—Sobre eso, te daré más tarde una...

Antes de que pudiera decir la palabra «explicación», Lucas miró a Rebeca y dijo: —Natalia acaba de doctorarse este año en una de las diez mejores universidades del mundo, con solo 25 años. Señorita Estrella, debería tener un currículum mucho mejor ya que fue capaz de descartar a Natalia y entrar en Tylerty, ¿no?

Natalia dijo que Cristian decidió no contratarla por motivos personales.

No dijo qué exactamente.

Lucas acababa de ver a Rebeca y Cristian abrazados en el piso de abajo y pensó que estaban muy unidos, y supuso que Rebeca era una enchufada.

Aunque esta empresa estaba llena de talentos, era raro encontrar a alguien con el currículum de Natalia, y no solo en esta empresa, sino incluso en todo el país.

No creía que el currículum de Rebeca pudiera eclipsar al de Natalia.

Pensando esto, sin esperar a que Rebeca abriera la boca, añadió burlonamente: —Es que parece bastante joven, y yo diría que aún no se graduó.

En cuanto a las razones para no contratar a Natalia, Cristian en realidad iba a hablar con Lucas al respecto más tarde.

Al fin y al cabo, se trataba de una enemistad entre Rebeca y Natalia, y no era apropiado decirlo delante de tanta gente.

Pero no esperaba que Lucas se pusiera así de repente.

Frunció el ceño: —Lucas...

Pero Lucas sintió que Cristian intentaba encubrir a Rebeca, y le interrumpió en voz alta: —Señor Figueras, estoy hablando con la señorita Estrella.

¿Cómo no iba a enfadarse?

Lucas se quitó la etiqueta de trabajo que colgaba de su cuello: —Dimito.

—¡Tú!

Cristian no esperaba que Lucas fuera tan impulsivo.

Lucas miró a Cristian: —Señor Figueras, siempre pensé en usted como alguien que valoraba el talento y tenía una visión clara de los asuntos laborales y privados, ahora parece que me equivoqué con usted.

Lucas terminó, se dio la vuelta y se marchó.

Cristian también tenía mal genio.

Miró la espalda de Lucas y le dijo: —Tranquilízate un rato, cuando te calmes y quieras volver, siempre te daré la bien...