Señor Lafuente, su esposa ha pedido el divorcio hace tiempo romance Capítulo 379

Y antes de que Ryan pudiera reaccionar, su comunicador sonó.

Al ver el mensaje, Rebeca dejó un “Hay una emergencia en el centro de datos, tengo que irme ya”, y se marchó a toda prisa.

A la mañana siguiente, Rebeca abandonó la base.

Se fue a casa y descansó un día antes de volver a trabajar en Tylerty.

Tylerty y el Grupo Tecnológico Lafuente habían empezado a trabajar juntos oficialmente.

El día que ella volvió, casualmente Cristian iba allí a una reunión.

Antes, sobre el contrato con Logan, podía dejar que Cristian o Carlos hablaran con él.

Pero para completar la cooperación, debía contar con su participación.

La reunión era para que las dos empresas hablaran del núcleo tecnológico, así que Rebeca viajó con Cristian al Grupo Lafuente.

Se les unieron Romeo y otros técnicos.

Cuando llegaron a la puerta de la sala de conferencias, Logan, sus dos secretarias y Zack se dirigían hacia la sala desde el otro lado.

Al verlos, Logan saludó cortésmente a Cristian.

Zack no había visto a Rebeca desde que dejó el Grupo Lafuente.

Sin embargo, Luis le había hablado de su trabajo en Tylerty.

En estos días, Cristian había estado en el Grupo Lafuente dos o tres veces, antes Rebeca ni siquiera aparecía, pensaban que no volvería a aparecer por aquí, pero inesperadamente...

Logan, naturalmente, vio a Rebeca y a Romeo.

Independientemente de si fue a Rebeca o a Romeo, se limitó a hacer como si no les conociera, les miró y entornó los ojos, entrando en la sala de reuniones con Cristian.

Romeo tampoco quería que la gente supiera que Logan y él se conocían.

La actitud de Logan era justo lo que quería.

Rebeca y Zack se habían llevado bastante bien antes, y al volver a verlo después de tanto tiempo, le saludó: —Zack, cuánto tiempo sin verte.

—Cuánto tiempo.

Romeo vio eso y preguntó: —¿Lo conoces?

—He trabajado aquí antes.

Romeo no sabía nada de su relación con Logan, al oírla decir eso, pensó que trabajaba como técnico en el Grupo Lafuente y no le dio mucha importancia, además, tenían asuntos que atender y no convenía hablar mucho, así que no hizo preguntas detalladas.

Rebeca y Romeo acababan de sentarse cuando alguien empujó la puerta.

El visitante era Salvador Molina, el catedrático de la Universidad Yves Galler.

También participaba en el proyecto del Grupo Lafuente.