Señor Lafuente, su esposa ha pedido el divorcio hace tiempo romance Capítulo 423

Esa noche, Carolina ya estaba dormida en su habitación cuando Rebeca llegó a casa.

Mientras se duchaba y volvía a la cama, Carolina se acurrucó en sus brazos, diciento medio dormida: —Mamá, ¿volviste?

—Sí, buenas noches.

Carolina no contestó.

Rebeca vio que se había vuelto a quedar dormida.

Al día siguiente, Cristian fue a hablar con alguien sobre colaboración, mientras Rebeca se fue al Grupo Lafuente con unos ingenieros.

Aquella mañana, Rebeca estuvo charlando largo rato con alguien sobre contenido técnico y, cuando casi había terminado, se volvió y se dio cuenta de que Logan estaba detrás, no muy lejos de ella, escuchándola.

Hizo una pausa, retiró la mirada y dijo a las pocas personas que había a su alrededor: —Respecto a lo que decía, hay algunos trabajos académicos que tratan muy bien el tema, ¿se los recomiendo?

—Claro.

Rebeca dijo entonces los nombres y autores de esos trabajos.

Cuando terminó, se encontró con los ojos de Natalia mientras se daba la vuelta para recoger sus cosas.

Logan la vio llegar y se acercó: —¿Cuándo has llegado?

Rebeca apartó los ojos.

Natalia miró a Rebeca antes de sonreír y decir: —Acabo de llegar.

En realidad, llegó hace dos o tres minutos.

Solo que...

Cuando llegó, le vio junto a los técnicos escuchando atentamente a Rebeca explicar algún contenido técnico.

Solo le vio de perfil, pero cuando miraba a Rebeca, sus ojos estaban claramente llenos de admiración.

Su sonrisa se desvaneció unos instantes al pensarlo.

Era la primera vez que veía a Logan mirar a Rebeca con esos ojos.

Pero...

No significaba nada.

Por la tarde, Natalia tenía algo que hacer y se acercó al Grupo Lafuente otra vez.

Esta vez, fue directa al despacho de Logan.

Logan no estaba allí.

Estaba a punto de sentarse cuando vio unos libros en su escritorio.

Los miró varias veces y se dio cuenta de que eran libros sobre Inteligencia Artificial.

Tomó uno y lo hojeó, dándose cuenta de que había un artículo marcado.