Señor Lafuente, su esposa ha pedido el divorcio hace tiempo romance Capítulo 54

Rebeca retiró la mirada, y cuando Alberto y los demás la llamaron para que les ayudara, Rebeca se unió a ellos, ya sin preocuparse por Logan.

Al darse la vuelta, Kevin la vio.

En ese momento, Natalia se acercó a José, no estaba Logan.

Kevin se acercó y le dio un codazo a Logan, le indicó donde estaba Rebeca: —Mira... tu mujer también está aquí.

Logan miró en la dirección que señalaba Kevin y vio a Rebeca.

Llevaba una tableta en la mano y se inclinaba de lado para explicar a Alberto y los demás algunas ideas técnicas del objeto que tenían delante.

Rebeca, Alberto y los demás estaban muy serios y no se dieron cuenta de que Logan los miraba.

Kevin dio un respingo y dijo: —¿Quiénes son esas personas que están con tu mujer? ¿Les está hablando de la tecnología de núcleo del objeto expuesto? ¿Tan buena es tu mujer?

Logan se limitó a mirar a Rebeca, sin apartar los ojos ni hablar.

En ese momento, Rebeca les devolvió la mirada porque sentía su visión.

Sus ojos se encontraron en el aire a cierta distancia.

Rebeca hizo una pausa.

Estaban un poco lejos, Rebeca no podía ver exactamente qué tipo de emociones había en los ojos de Logan, pero se dio cuenta de que Logan parecía... estar sonriendo.

¿Le estaba sonriendo?

Se le habrá ido la olla, así que apartó los ojos.

Kevin también se dio cuenta y preguntó: —¿Por qué sonríes?

Logan se rio: —Nada.

No reconoció al profesor López ni siquiera cuando lo vi ahora.

Ese día hubo mal rollo entre Natalia y Cristian, pero el profesor López estaba demasiado absorto en la conversación con Rebeca que no prestó mucha atención y tampoco preguntó por ello más tarde.

Ahora que veía a Natalia, no sacó el tema, y cuando le dio la mano, se limitó a sonreír y decir: —Hola, señorita Mena.

—Hola, profesor.

El Grupo Mena necesitaba desesperadamente gente que supiera de tecnología, y Natalia fue muy educada cuando se enteró de quién era profesor López, y José hizo lo posible por acercarse a saludar al profesor.

Después, Natalia habló con el profesor López.

Con tantas exposiciones en el lugar, había mucho de qué hablar, así que tuvieron una larga charla.

José y Laura no sabían de tecnología.