Ser el Agente de mi Esposa Modelo romance Capítulo 15

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"Ah, ya veo, ¿no quieres casarte? Bueno, entonces no nos casaremos, je...", Xiomara lo dejó pasar con una sonrisa. "Cuando termine este período tan ajetreado, lo discutiremos".

Para sorpresa de ambos, el que parecía más preocupado era Gael. Extiende la mano y la agarró por el hombro, mirándola con furia: "¿No me amas ya?".

"¿Y tú? ¿Me amas?", se deshizo suavemente de su agarre. Había prometido a Yamil no tener más contacto físico con otros hombres.

Gael se quedó atónito por un momento, tartamudeando sin poder decir una palabra, nunca había tenido sentimientos por ella, la mayoría de las veces solo la había usado, así que gradualmente soltó sus manos: "Vamos a casarnos, ¿y aún preguntas si te amo o no? Pronto serás mi esposa, ¿no podrías pensar un poco más en mí? Nidia finalmente tiene la oportunidad de ser seleccionada como una de las diez mejores modelos del año, solo estoy enojado contigo por ser tan inmadura".

Xiomara se alejó lentamente de él, su rostro era tranquilo: "Entonces, en el futuro, tendrás que acostumbrarte a cómo soy ahora", dicho eso, dejó a Gael y abandonó el edificio de Cumbre del Arte.

Gael estaba confundido y no entendía por qué ella había cambiado tanto de actitud, pero después de pensar un poco, estaba seguro de que todavía estaba celosa de él y Nidia. Pero no tenía energía para consolarla, todavía no había tenido tiempo de tranquilizar a Nidia, ella era su prioridad. Xiomara siempre había sido confiable, y después de que se calmara, debería ser como antes. Porque siempre había sido tan sumisa, sin un ápice de su propia personalidad.

Xiomara sabía que él no la seguiría, pero ella ya había perdido toda esperanza. Por el contrario, pronto volvería a casa para ver a Yamil, y de repente parecía que su corazón se iluminaba.

"Xiomara, te llevaré a casa primero, descansa bien para que podamos firmar el contrato para el rodaje en exteriores mañana", Andrea le dijo con entusiasmo.

"Andrea, cancela el contrato con tu apartamento y muévete al mío. Así le das un poco de vida, cambia la cerradura. Si Gael pregunta, dile que te mudaste para cuidar de mí, no es conveniente que él tenga la llave", Xiomara le sugirió. "Mañana, firmaré un nuevo contrato contigo".

"¡Perfecto! Así puedo ahorrar algo de dinero", dicho eso, Andrea le dio una mirada coqueta. "El gran CEO de Fábula Estelar, ¿cómo es en ese aspecto, me refiero sexual eh?".

"¿Podrías dejar de ser tan chismosa?", Xiomara la fulminó con la mirada.

Cuando llegó a casa, Yamil todavía no había terminado su turno. Aburrida, ella entró a la cocina y vio a la cocinera preparando la cena, así que se arremangó para ayudarla.

"Señora, ¿cómo podría molestarla?", la cocinera, una mujer de unos cuarenta años, tenía un cariño especial por ella, que era tranquila y reservada.

"Dejaré que hoy te tomes un descanso, me encargaré de preparar la cena para Yamil", la sacó a la cocina.

Cuando Yamil llegó a casa, ya era de noche. Sin embargo, lo primero que hizo fue buscarla. Y allí estaba, con un delantal, descalza, preparando la cena en la cocina. Sorprendido, él se acercó y la abrazó por detrás, besándola en el cuello.

"Sr. Ocanas, déjame en paz, estoy cocinando..."

Yamil apagó la llama, giró la cara de ella y la besó: "Pero ahora solo quiero comerte a ti mujer...".

Xiomara dejó lo que estaba haciendo y se volvió para abrazarlo, respondiendo torpemente a su beso apasionado. Le fascinaba la suave sensación de sus labios, especialmente el lunar en su oreja derecha, que la enloquecía. Su beso era intenso pero suave, deslizándose centímetro a centímetro hacia abajo, hasta detenerse en su clavícula: "Si sigo bajando, no podré detenerme".