Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre! romance Capítulo 209

Las luces del interior eran brillantes y la mirada de Dylan, como siempre, era penetrante. Cuando Avery entró corriendo, el hombre se fijó inmediatamente en los lóbulos de sus orejas, rojos casi al punto de sangrar.

Los movimientos de Avery fueron rápidos, pero Dylan aún alcanzó a ver la... sexy lencería de encaje oculta dentro de su ropa.

A pesar del momento inapropiado, los recuerdos inundaron la mente de Dylan de la última vez en The Baycrest Manor, cuando Avery reveló su esbelta cintura y su tentador atractivo...

Inexplicablemente, un calor se agitó dentro del cuerpo de Dylan.

Tiró de su cuello y en menos de dos minutos, Avery ya había metido toda su ropa en el armario.

Ella se revolvió el pelo un tanto despeinado y susurró: "Deberías... descansar. Iré a quedarme con Grace".

Después de que Avery habló, salió apresuradamente del dormitorio.

El ambiente era demasiado incómodo. A pesar de su amor pasado, nunca había sido tan descaradamente íntimo como para que Avery exhibiera atrevidamente su lencería más privada frente a él.

Ella llevó a Grace a la habitación de los niños contigua y rápidamente cerró la puerta detrás de ella.

Dylan se encontraba en la puerta del dormitorio principal, sin saber si entrar o no.

Sólo pensar en la cama de Avery cubierta con su lencería hizo que Dylan... se pusiera rígido.

Frunció los labios y un fugaz indicio de hostilidad brilló en sus ojos. Cada vez estaba más seguro de que Avery debía haber previsto su llegada.

¡Tal vez la lencería fue su intento premeditado de seducirlo!

Por más bonito que sonara, "Iré a dormir con Grace", ¡probablemente su plan era esperar hasta que él se durmiera y luego volver a escondidas para seducirlo!

Dylan pensó para sí mismo mientras entraba directamente al dormitorio: ¡Hoy atraparía a Avery con las manos en la masa!

Habitación de los niños.

La energía de Grace había regresado, sus ojos brillaban sin ningún rastro de somnolencia.

Para calmar a la niña, Avery fue a buscar un libro de cuentos y le contó historias, pero incluso después de dos cuentos, Grace permaneció completamente despierta.

Avery se rió suavemente y le dio unas palmaditas al pequeño cuerpo de Grace, susurrando: "Grace, es hora de dormir. Mañana tienes clases".

Grace parpadeó con sus ojos negros como uvas. "Mami, estoy a punto de dormir. Tú también deberías irte a dormir".

Avery vaciló, luego se quitó las pantuflas y levantó una fina manta para cubrir la parte inferior de su cuerpo, susurrando: "Grace, mami dormirá contigo esta noche".

"¿Por qué?"

—Mamá quiere cuidarte. ¿No tienes miedo de que el tío barbudo te lleve mientras dormimos?

Grace inclinó la cabeza y miró a Avery. Era solo una niña que había vivido una experiencia de supervivencia, había tenido a sus padres a su lado y había regresado a su entorno habitual. Había olvidado hacía tiempo su miedo anterior.

Pero Grace era una buena chica.

Cuando Avery le dijo que se acostaría con ella, ella no se negó. Mientras se quedaba dormida, Avery escuchó la débil voz de Grace.

"Mami, Grace no se escapará. Deberías ir a cuidar a papá".

"¿Qué pasa si papá se escapa otra vez mientras dormimos?"

La somnolencia de Avery, que ya estaba empezando a apoderarse de él, fue extinguida instantáneamente por un balde de agua fría.

Con sólo una frase de Grace, ella se quedó dormida. Avery, en cambio, por más que intentaba calmarse, no podía dormir.

Ella siempre había pensado que Grace era inconsciente, pero en realidad, ella era la más ingenua.

Grace lo sabía todo. Sabía de su familia, de su padre y de cómo se diferenciaba de las familias de otros niños.

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