Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre! romance Capítulo 226

Después de salir del auto, Dylan cargó a Grace en una mano y se dirigió al piso veintiuno, dejando a Grayson mirándolo con asombro.

—¡Dylan, no estás siendo muy educado! ¿Trajiste a Avery aquí para conseguir una habitación y por la tarde saliste a beber al bar? —El tono de Grayson tenía un dejo de insatisfacción.

—¡Aplacé un proyecto para beber contigo! —respondió Dylan, arqueando las cejas mientras le lanzaba una mirada fulminante a Grayson.

"¿Eres tonto?" Grayson se quedó desconcertado.

Con solo ellos tres en el ascensor, la voz de Grayson se escuchó y Grace escuchó sus palabras.

—Tío, ¿qué es conseguir una habitación? ¿Y qué es salir a beber? —preguntó Grace con inocencia.

Grayson se atragantó y levantó la cabeza para encontrarse con los ojos claros de Grace.

Antes de que pudiera responder, Dylan frunció el ceño y extendió la mano para acariciar la cabeza de Grace. "¡No le hagas caso, no es una persona decente!"

Las puertas del ascensor se abrieron y, sin darle oportunidad a Grayson de hablar, Dylan se dirigió directamente a la suite.

Pasó la tarjeta llave, pero la habitación estaba vacía.

El ceño fruncido de Dylan se profundizó.

La cama estaba desordenada, no como si alguien hubiera dormido en ella brevemente.

Dylan no se sorprendió. Sabía que Avery no se quedaría en el hotel. ¡Debería sentirse aliviado de que ella no hubiera provocado a ningún hombre en la habitación que había reservado!

"¿Papá?"

"¡Vamos, te llevaré a casa para que encuentres a tu mamá!" ¡Dylan no esperaba volver con las manos vacías dos veces!

En Moonlight Manor, sin una sola luz encendida, Dylan agarró con fuerza la mano de Grace. Hasta Grayson se sintió un poco disgustado.

—Dylan, si no sabes dónde está Avery, ¡dilo! ¡No nos reiremos de ti! —le instó Grayson.

La mirada de Dylan se oscureció, casi mezclándose con la del Club Nocturno que estaba afuera.

Cogió su teléfono y decidió llamar a Avery otra vez.

Cuando desbloqueó su teléfono, notó una llamada perdida de un número desconocido.

Sin pensarlo dos veces, marcó el número de Avery.

¡Estaba apagado!

Dylan se burló.

Avery ya debía estar despierta y deliberadamente no contestó a Grace ni a su teléfono. ¡Ni siquiera tuvo la decencia de fingir que estaba en la habitación que él había reservado y no coqueteando con hombres!

Esta mujer no tenía vergüenza, ni siquiera cuidaba su rostro. ¿Cómo se atrevía a apagar el teléfono?

Dylan estaba furioso.

"Papá, mamá regresará pronto, ella nunca se queda hasta tarde. ¿Podemos esperarla en la puerta?", sugirió Grace.

¿Esperar a Avery?

¿Por qué? ¿Avery se lo merecía? ¡Podía dejar a su hija con él y salir a pasear!

Pero era su prerrogativa decidir a dónde llevar a su buena hija. ¡Más vale que Avery no se arrepienta!

Dylan resopló y puso en marcha el motor del coche, dándose la vuelta.

Media hora después, a la entrada del Club Nocturno.

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