Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre! romance Capítulo 286

Él se alzaba sobre ella; Avery estaba de pie frente a la cama, pero aún así tuvo que inclinar la cabeza hacia arriba para ver completamente la expresión de Dylan.

Las pestañas de Avery eran distintivas y su delicado rostro mostraba rastros de perplejidad.

Dylan, consumido por la ira y la vergüenza, escupió: "¡Haz lo que quieras!".

No podía creerlo. ¿Podía Avery, una mujer cuyos pensamientos sólo giraban en torno a ella misma, tener motivos ocultos para prepararle el desayuno a esa hora?

Dylan salió furioso, cerró la puerta de un portazo y dio varias vueltas alrededor de la enorme Mansión Baycrest antes de regresar, transpirando ligeramente.

Al entrar en la sala de estar, un ligero aroma a gachas de avena le llegó. Dylan frunció el ceño y se dirigió directamente al piso de arriba para refrescarse y cambiarse de ropa.

Avery ya había preparado la comida en la mesa del comedor, Grace estaba despierta y sentada, disfrutando de sus huevos revueltos.

Al ver a Dylan, los ojos de Grace se iluminaron.

“Papá, al salir del cuarto, doblé cuidadosamente las mantas, no toqué ni las muñecas ni las falditas de mis hermanos, ¡ni ensucié nada!”

Las palabras de Grace fueron obedientes, pero Avery no pudo evitar sentirse incómoda. Después de todo, Grace era la hija de Dylan, pero era muy cuidadosa en su presencia.

Una punzada de amargura y dolor surgió dentro de Avery una vez más.

Fue su culpa: ¡no pudo brindarle a Grace una familia completa!

Dejando a un lado sus complicadas emociones, Avery colocó el congee frente a Dylan: un tazón dorado de gachas de mijo que exudaban un rico aroma, acompañado de algunas guarniciones refrescantes. Dylan frunció ligeramente el ceño; sorprendentemente, sintió una punzada de hambre.

Después del desayuno, Dylan se sentó en la sala de estar mientras Avery negociaba con él. Para disipar los rumores, sin duda tenían que salir como una familia de tres. Un viaje a un parque de diversiones parecería demasiado forzado; Avery eligió el acuario en su lugar.

Una vez que Dylan y Grace estuvieron de acuerdo, Avery subió las escaleras para cambiarse de ropa.

Antes de llegar a Baycrest Manor anoche, había comprado un vestido, una delicada pieza de color rosa loto que se veía bastante bien.

Inicialmente, tenía la intención de dirigirse directamente al dormitorio principal, pero considerando la actitud de Dylan hacia ella, Avery se giró y fue a la habitación de invitados.

Mientras entraba al baño, Avery se detuvo a mitad de camino mientras se quitaba la ropa.

Su mirada se posó en el vestido blanco que colgaba en el baño: una prenda de aire etéreo y fluido, el estilo de la última temporada de Burberry. Este vestido era caro; Avery lo había visto en revistas antes. Era el estilo de Ivy.

Siempre le había gustado la ropa de Burberry y compraba una o dos piezas cada año.

Las pestañas de Avery parpadearon.

La ropa todavía estaba allí. ¿Significaba eso que Ivy volvería otra vez?

Avery no podía explicar bien sus sentimientos. ¿Debería reírse de sí misma por no haber encontrado ese vestido en el dormitorio principal o llorar por su marido, que ya estaba liado con su antiguo amor en esos lugares?

Cerró los ojos, se quitó rápidamente la ropa, se puso el vestido y se aplicó un maquillaje ligero frente al espejo del baño.

El vestido rosa loto dejó al descubierto un destello de las hermosas piernas de Avery, su largo cabello cayendo en cascada como una suave flor de pera, ¡excepcionalmente hermoso!

Dylan escuchó movimiento y quedó momentáneamente aturdido por la aparición de Avery.

Sin lugar a dudas, Avery lucía deslumbrante, pero sin esa apariencia, ¿qué podría usar para atraer a tantos hombres y ganar tantos clientes?

Los labios de Dylan se torcieron y sonrió burlonamente.

...

Veinte minutos después, Acuario de Silvanburg.

Como era un día laboral normal, el acuario no estaba abarrotado de gente.

Avery tomó la mano de Grace mientras esperaba que Dylan comprara las entradas.

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