Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre! romance Capítulo 327

"¿No es esto despreciable? Han pasado tres años y sus métodos no han mejorado; por el contrario, se han vuelto aún más descarados".

"Entonces, ¿robaste al hombre de Ivy y ahora planeas no dejar que Ivy regrese a casa?"

Avery se acomodó el cabello ligeramente despeinado y miró a Ivy, que estaba parada en la puerta de la habitación del hospital. Ivy se agarró con fuerza el dobladillo de la ropa y parecía nerviosa como una frágil flor al borde del colapso. Esa sensación de profunda vergüenza volvió a invadir su pecho una vez más.

Avery sacó en silencio unos pañuelos y limpió la cara sucia de Grace. La niña no lloró ni se quejó. Salvo por parpadear mientras Avery le limpiaba la cara, estaba tan callada como una muñeca.

La comida estaba recién envasada y todavía quedaba un poco de sopa. Después de limpiarle la cara a Grace, sus mejillas, que antes eran blancas, estaban rojas e hinchadas por la comida caliente.

Las pupilas de Dylan se contrajeron y una familiar punzada de culpa se extendió por su pecho. La enorme habitación del hospital se sentía sofocantemente tensa. Aunque Avery no había discutido con él, Dylan sentía una presión que le dificultaba respirar.

Avery tomó el ungüento para quemaduras de la mesa, exprimió un poco y lo aplicó suavemente en las mejillas de Grace. Luego le volvió a poner los zapatos y la sacó de la habitación.

Dylan no dijo ni una palabra. En cambio, cuando Avery pasó junto a Ivy, Ivy le bloqueó el paso.

-Avery, ¿a dónde vas?

Avery no respondió. Grace se aferró a su cuello, con la voz entrecortada por un dejo de sollozo. "Mami, quiero ir a casa".

Avery liberó una mano para apartar el brazo de Ivy y salió de la habitación del hospital. Llevaba tacones altos, una blusa blanca y pantalones negros cortos. Cada paso parecía pisar el corazón de una persona.

Dylan se dejó caer sobre la suave almohada y cerró los ojos. El rostro de Grace parecía bastante quemado y Dylan sintió una punzada de culpa. La culpa era de Avery, no de Grace. Se lamió los labios, convenciéndose de que no estaba equivocado.

Si Avery no hubiera mencionado a Ivy, él no habría perdido los estribos. Ella sabía que Ivy era su punto débil y aun así la mencionó. ¿Cómo podía estar seguro de que no lo estaba haciendo a propósito? ¿Tal vez usó a su hija para ganarse la compasión en su contra?

Dylan se burló. No caería en los trucos de Avery. ¿Esperaba que él la convenciera de volver?

Ivy entró y miró la cama caótica donde Dylan yacía inmóvil. Sintió una mezcla de emociones. Dylan, por lo general tan meticuloso, ahora estaba en ese estado.

"Dylan, ¿por qué discutiste con Avery otra vez por mi culpa? Ha pasado tanto tiempo que no hay necesidad".

Dylan giró la cabeza para mirar a Ivy y preguntó en voz baja: "Ivy, ¿por qué estás aquí?"

"Estaba preocupado por ti."

Dylan asintió y forzó una sonrisa. "Dylan, ¿por qué no te levantas de la cama y llamas a alguien para que limpie?"

Dylan se puso rígido ante sus palabras. Se levantó e Ivy fue a pedir ayuda. Vio a Avery sentada tranquilamente en el pasillo, abrazando a Grace. Los transeúntes no pudieron evitar mirarla.

Ivy se colocó el cabello detrás de la oreja y se acercó a Avery. De pie, frente a ella, proyectó una sombra. Avery levantó la vista. A pesar de estar sentada, Ivy todavía se sentía eclipsada por la presencia de Avery.

"Avery, ¿qué haces aquí? ¿Por qué no entras?"

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