Micaela, Ana y Kiki estaban charlando muy contentas. De repente, Micaela se acordó de que Carlos le había dicho que no saliera del coche.
—Vamos a hablar en el coche… —Micaela dijo apresuradamente.
Ella se volvió y encontró que Carlos estaba detrás de ella. Él se tiró hacia ella y la abrazó…
Micaela sintió un impacto tan fuerte que ella dio un paso atrás para mantenerse firme...
Ella también lo abrazó.
Como Kiki y Ana estaban de frente a la carretera, vieron que un coche lujoso paró detrás del de Micaela. Luego, Carlos bajó del coche corriendo hacia ella y la abrazó…
—Wow, Micaela, tu novio es tan cariñoso. Solo hemos salido un poco tiempo, ¡ya te sigue hasta aquí! —Ana le bromeó.
Por estar enfrentada de Carlos, Kiki notó que él estaba un poco raro. ¡Pero improvisadamente él abrazó a Micaela acercándose al coche de ella y se detuvieron hasta alcanzarlo!
De repente, el corazón de Micaela empezó a latir muy rápido y ella sintió algo pegajoso y caliente en las manos.
—Señor... —Diego corrió hacia ellos muy preocupado del coche.
—Estará en la azotea del edificio opuesto. Bloquea rápidamente todas las salidas… —Carlos puso la cabeza de Micaela en sus brazos y dijo a Diego.
Carlos se encontró un poco difícil para respirar. Micaela se vio las manos, que estaban manchadas de sangre…
Ana y Kiki se les acercaron y se sorprendieron mucho de la sangre en sus manos.
¿Por qué había tanta sangre?
Sintiendo que Micaela estaba temblando, Carlos quiso abrazarla con más fuerza, pero le costó mucho…
—Micaela, no tengas miedo. Estoy bien...
Los guardaespaldas que seguían a Micaela también se dieron cuenta de lo ocurrido y se les aproximaron. Diego repartió misiones a la gente. ¡Ahora lo más importante era la seguridad de Carlos y Micaela!
—Raúl, ¡sube al señor al coche. ¡Al hospital de Adelaida! ¡Rápido!
Al ver la sangre y que Carlos estaba pálido, Raúl lo hizo sin pensar más…
Micaela estaba perdida sin saber cómo había subido al coche…
¿Qué había pasado?
Solo había bajado del coche menos de 2 minutos...
¿Por qué había tanta sangre en las espaldas de Carlos?
Por qué estaba así…
Ella quería preguntar por lo pasado, pero no lo pudo y se estaba estremeciendo.
Después de acomodar a Carlos, ¡Raúl inmediatamente condujo el coche hacia el hospital que había indicado Diego!
Carlos todavía seguía abrazando a Micaela. Estaba preocupado por ella pese a que se le iba perdiendo la conciencia.
Micaela se veía pálida.
—Micaela, ¿Estás bien?
Carlos intentó tocar los brazos de Micaela…
Micaela estaba llorando muy dolorida. Sintió que todas las espaldas de Carlos estaban mojadas. Ella reaccionó y se enteró de que era sangre y él había padecido un disparo. Ella había sentido el impacto, pero estaba tan asustada que no supo qué hacer…
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te Quiero Como Eres