Te Quiero Como Eres romance Capítulo 617

A la mañana siguiente, el sol brillaba con fuerza.

Micaela abordó un vuelo a Nación Fracimon con Carlos, Alba, Ernesto, Diego y Eric.

Micaela miró a Alba y Ernesto sentados al otro lado de la sala, estaban hablando de algo, y Ernesto se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, haciendo que Alba levantara la mano y le diera un giro en el brazo...

Está claro que los dos se están calentando a toda prisa...

Esta escena me resulta tan familiar, la última vez que fuimos juntos a Nación Fracimon, fue lo mismo, estaban peleando y extraordinariamente animados...

Micaela tenía una leve sonrisa en el rostro y miró a Carlos a su lado, que miraba atentamente un mapa, y sin mirar de cerca, Micaela apoyó la mesa y comenzó a concebir el diseño para la final.

Alba también se sorprendió un poco de lo rápido que se enamoró, se sintió tan increíble que sus sentimientos por Carlos realmente desaparecieron después de admitir a Ernesto desde dentro...

Ernesto, sin embargo, dijo que era natural porque, nadie la quería más que él...

Alba mira a Ernesto y por dentro está tranquila y alegre y contenta, qué bonito sería que pudiera seguir así el resto de su vida...

Cuando Micaela empezó a dibujar, ella también lo hizo.

Probablemente Micaela estaba preocupada por el diseño de su último año y estaba llena de ideas para dibujar ese diseño.

Ese diseño es en realidad sólo un prototipo, así que no me impresiona especialmente, y va a ser una lucha para dibujarlo...

Carlos guardó el mapa y se lo dio a Diego detrás de él, mirando a su lado a Micaela que estaba desgarrada y preocupada y apartó la pluma.

En el momento en que Micaela se asomó, también se llevó el papel.

—Carlos, ¿qué estás haciendo?

El hombre alargó sus largos brazos y hizo rodar a la chica entre los suyos.

—Buena chica, vete a dormir.

Micaela estaba un poco desconcertada.

—¿Por qué?

Anoche tuvo una buena noche de sueño...

—Se duerme cada vez que se vuela, y esta vez no es una excepción.

Micaela lloró y rió.

—No tengo sueño...

Carlos, en un raro capricho, dijo.

—Tengo sueño, duerme conmigo.

Micaela se sonrojó un poco por la incredulidad.

Carlos le frotó la cabeza y su voz grave sonó por encima de su cabeza.

—No quiero verte preocupado, te sientes molesto, eso significa que tal idea no va bien, no te esfuerces en dibujar, descansa y ponte en forma para conseguir un buen trabajo.

Micaela lo miró, un poco conmovida...

Parece que es así, en el pasado no pensaba mucho en el diseño, era todo muy suave tendrá dirección...

Carlos también la miró con seriedad, con el pensamiento en su mente de que este viaje a Nación Fracimon incluiría una tarea más, que era llevar a Micaela a otro chequeo completo del cuerpo, para asegurarse de que el supuesto veneno, su Micaela no lo tendría...

Cuando anoche le comenté que iba a hacerme un chequeo corporal, se mostró un poco curiosa pero accedió a medias sin preguntar mucho.

Micaela no pudo durar más de medio minuto mirando sus profundos ojos antes de sonrojarse y apartar la mirada, apoyándose en él y decidiendo escucharle, para vaciarse y dormir primero.

Mirando a Alba sentada al otro lado de la mesa, parece inspirada y está dibujando cuidadosamente en la mesa...

Carlos rodeó a Micaela con sus brazos con una inmensa aprensión y nerviosismo.

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