Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 18

Punto de vista de Kelly

Casi al entrar a la sala de reuniones, me detuve al cruzarme con Pierce. Nuestras miradas se encontraron y mi corazón se aceleró al instante. Su rostro serio se suavizó inmediatamente después de verme.

"Kel—".

"Buenos días, señor Anderson".

Sus labios se separaron. Nunca lo había llamado de esa manera porque todos en la empresa sabían que éramos mejores amigos. Pero era necesario trazar esa línea a partir de ese momento.

Pasé junto a él y fui directamente a mi silla habitual cada vez que teníamos una reunión. Lo miré de reojo y noté que él aún me miraba mientras regresaba a su silla situada justo al lado de la mía.

"¿Podemos hablar después?" Preguntó mirándome fijamente.

Yo por mi parte, miré a la empleada que estaba poniendo documentos sobre la mesa y noté que su manos se ralentizaron por lo que Pierce había dicho.

"Tengo otra reunión después de esta, señor Anderson".

"¿Sólo... cinco minutos?".

Lo miré brevemente, y guardé silencio esperando a que la empleada se fuera para enfrentarlo por completo.

"No tenemos nada de qué hablar. Te dije que me dieras un año...".

"Entonces, ¿por qué fuiste anoche?".

Me quedé sorprendida al escuchar su pregunta y entendí que él había malinterpretado todo. Pensaba que estaba ahí por lo que había pasado la noche anterior en su puerta. Todavía no sabía de la horrible noche que había pasado. Alguien me había grabado desnuda y él no tenía ni idea.

Pero en lugar de responderle, mis ojos se posaron en los anillos de su dedo.

"¿Por qué sigues usando esos anillos?"

"No me arrepiento de haberme casado contigo, Kelly. Eres parte de mi vida y también lo son estos anillos".

Lo miré a los ojos. "Si yo fuera Lexi, no te permitiría usar el anillo de otra persona".

Él apretó la mandíbula. "No eres simplemente otra persona".

Aparté la mirada y respondí con sarcasmo: "Sí. Soy uno de tus tesoros".

"¿Por qué quieres que te deje en paz? Estoy preocupado por ti, Kelly. El hombre que te siguió en el estacionamiento no ha sido atrapado...".

"Me ocuparé de eso yo misma", lo interrumpí mientras ponía mi bolígrafo sobre la mesa.

"Kels, estamos...".

"Ya estamos divorciados, Sr. Anderson". Lo miré con frialdad y añadí: "Y la reunión es importante, así que ya olvídalo".

Pierce se quedó sin palabras y le indiqué a mi asistente que hiciera entrar a los otros.

No quería perder el tiempo. Lo que había pasado la noche anterior había sido suficiente para recuperar la sobriedad.

Él había dicho que no estaba saliendo con Lexi, pero los había visto juntos en su casa. Ella llevaba su camiseta y parecía que acababan de tener sexo.

Nunca más creería en sus palabras.