Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 67

Punto de vista de Kelly.

Estaba tumbada en la cama mientras Klay estaba a mi lado, abrazándome y acariciándome la cintura. Bajo la gruesa manta, solo llevaba puestas mis bragas y la camiseta de Klay. A pesar de que llevábamos cinco minutos despiertos, seguía deseando quedarme en la cama y acurrucarme con él. Además, estaba segura de que mi padre seguía durmiendo, ya que era muy temprano.

"¿En qué estás pensando?", preguntó Klay, mientras su mano en mi cintura viajaba suavemente hasta mi estómago, acariciándome allí.

"¿Siempre estabas tan ocupado?". No pude evitar preguntar.

"Tengo que ocuparme de la compañía de tu padre, Kelly", respondió con seriedad.

Al hablar de eso, recordé lo que mencionó Amanda. Levanté la cara y lo miré, apoyando mi barbilla en su pecho mientras encontraba sus ojos.

"Amanda mencionó que papá tiene deudas. ¿Sabes algo de eso?", pregunté, buscando respuestas.

Los ojos de Klay se agudizaron de inmediato, mostrando una expresión de irritación mientras me miraba fijamente. "No la escuches", advirtió con firmeza.

"Pero quiero saber. ¿Está diciendo la verdad, Klay?", insistí, buscando claridad en sus palabras.

Él suspiró y rozó con sus dedos las suaves hebras de mi cabello. "Por eso estoy ocupado. Estoy haciendo todo lo posible por salvar la empresa de tu padre", explicó.

Me sentí sorprendida y triste al mismo tiempo. Incapaz de articular palabra alguna, simplemente lo miré fijamente. Klay suspiró de nuevo y me plantó un suave beso en la frente.

"Por eso no podía decírtelo. Sé que te preocuparías".

"¿Puedo hacer algo para ayudar? Trabajé en una empresa antes. Tal vez pueda ofrecer mi ayuda", propuse.

Él sacudió la cabeza y me acarició la mejilla con ternura. "Puedo ocuparme de esto. Concéntrate en ti y en tu padre. No te preocupes por nada", aseguró con determinación.

Sonreí ante sus palabras reconfortantes y asentí con la cabeza. "¿Qué haría yo sin ti?".

Sonrió y me dio un suave roce en los labios, haciendo que cerrara los ojos mientras su beso se prolongaba por unos minutos. Un gemido escapó de mis labios cuando su mano alcanzó mi n*lga y la acarició suavemente.

"¿Qué planes tienes para hoy?".

"Hmm... Quiero hacerle tomar un poco de aire fresco".

"Puedes llevarlo al jardín", sugirió.

"Eso es lo que estoy pensando", respondí con una sonrisa.

Klay me miró fijamente a los ojos mientras seguía acariciando mi cuerpo bajo la gruesa manta.

"Tengo que ir a la empresa otra vez. Deberías quedarte en casa. Si necesitas o quieres algo, díselo a la criada o llámame", explicó con preocupación.

"Puedo salir a comprar si necesito algo, Klay. No necesito molestarte", respondí.

"Nena, no me vas a molestar", respondió con una sonrisa cálida. "Eres mi responsabilidad y siempre quiero que estés a salvo porque te quiero", aseguró.

Sonreí y asentí. "Bien".

Él rio entre dientes y me besó la punta de la nariz. "Me encanta tu sonrisa".

"Me haces sonreír de nuevo", le dije con gratitud.

Volvió a reírse y, sin decir nada, me cargó y me hizo sentar sobre su estómago.