Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 78

Punto de vista de Kelly

Era el segundo día en el escondite de Emily, pero yo sentía que habían pasado mil años. Vivir sola no era para mí, cada vez que se movían las manecillas del reloj, sentía que perdería la cabeza. La verdad, estaba agradecida de estar embarazada, al menos podía hablar con mi bebé.

Preparé un sándwich y me senté en el sofá, luego encendí el televisor y, para mi sorpresa, la foto de Klay y Emily estaba en los titulares de las noticias.

"El actual director ejecutivo del grupo empresarial Monroe y la heredera de Gold Empire se van a casar".

Quedé atónita ante la noticia, Emily no me había dicho nada al respecto. ¿Qué era todo eso?

Tras los titulares de la noticia, pusieron al aire la entrevista en vivo de Klay y Emily.

Se me puso la piel de gallina cuando vi los ojos de Klay, él estaba frente a la cámara y parecía que me miraba directamente a mí, lograba estremecerme.

Con la respiración entrecortada, me acomodé en el sofá y esperé a que empezara la entrevista. Escuchaba con atención mientras el conductor presentaba a los protagonistas y por fin mencionaba la boda que iban a celebrar.

"Sacudieron a todo el sector empresarial con el anuncio. ¿Quiere decir que estuvieron saliendo?".

Me quedé expectante mirando el rostro de Emily, atenta a su respuesta. "Esto es inesperado, ni siquiera sabía que estaba a punto de casarme".

¿Ella no lo sabía? No tenía mucha información sobre Emily, pero con solo observar la situación, me daba cuenta de que su familia tenía peso en el mundo empresarial. Yo había trabajado en la compañía de Pierce, ¿por qué no me había enterado de lo influyente que era el entorno de Emily? Por más que no viviéramos en el mismo país, habría sabido si eran poderosos.

Emily modificó la postura y me percaté del gran estampado de su blusa. Cruzó las piernas, miró a la cámara y sonrió con dulzura. "Una vez que me case con este galán, no lo dejaré ir. Que se despidan las que fantasean con él".

Apreté los labios mientras Emily se reía con el presentador. Apagué el televisor, me incorporé y miré a mi alrededor. Seguía teniendo miedo de que Klay me encontrara, pero aprovecharía la oportunidad para irme al día siguiente. Emily tenía razón, tres días bastarían para que supieran donde me encontraba, y, si la familia de esta mujer era poderosa como se veía, Klay se casaría con ella solo para ampliar su conexión.

Mi pasaporte y mi billete de avión habían llegado antes de la medianoche. No vi quién entregó el paquete, porque Emily quería que lo recibiera con la mayor discreción posible.

Esa noche me fui a dormir temprano y, en cuanto amaneció a la mañana siguiente, me preparé para salir: desayuné y limpié la casa, no quería dejar ningún rastro de mi estancia en ese lugar, y me puse el disfraz que Emily me había dejado.

Llegué al aeropuerto por mi cuenta, la ropa que llevaba ocultaba mi barriga muy bien y, la verdad, nadie me reconocería así.

Mientras hacía la fila comencé a sentirme sofocada. Mi disfraz no era grueso ni incómodo, pero no podía tranquilizarme, me latía el corazón de manera descontrolada y tenía el presentimiento de que algo iba a suceder.

Me costaba respirar, así que tuve que salir de la fila y me dirigí al baño, donde cerré la puerta con llave y me miré al espejo.

"No tengas miedo, Kelly, él no te encontrará así", me susurré a mí misma mientras tragaba saliva y me aferraba fregadero.