Amaneció, se aseó, se vistió y fue a la cafetería a desayunar, se encontró con varios de los que estuvieron en su habitación, la camaradería era muy buena, entraron después a clases, al salir a receso, entraron los de la fraternidad llamada EXCLUSIVE APPOINTMENTS, para hablar con ellos, fue una intervención muy larga, les dejaron folletos donde se citaban a hombres y mujeres por igual.
Todos revisaban los folletos, la información le impacto a Jenna, todos estaban con la curiosidad, decía diversión loca, placeres increíbles, la decisión la tomas tú, sus compañeros de clase hablaban de que esa fraternidad era muy famosa y todos ingresaban a ella no era obligatorio pero te hacía tener más prestigio y beneficios como los créditos estudiantiles o por no decir puntajes altos en las materias. A Jenna le interesó, pues, deseaba ser la mejor y tener su puntaje más alto de la universidad y si eso competía ser miembro de esa fraternidad lo haría sin chistar.
Regresaron a clases las cuales estuvieron entretenidas, para ella todo era comprensible al 100 %, su mente era privilegiada, se sentía muy bien, buena educación, buenos amigos, solo esperaba ir para la reunión de la fraternidad e ingresar a ella.
Mientras en la empresa, Marck recibía un aviso de una visita intempestiva cuando escucho el nombre Loretta Raise, se impresionó al darse cuenta de que iba a verla después de que la rechazó, pero no sabía nada de ella, respondió a su secretaria.
—¡Que pase!, Rose —La puerta se abrió dando paso a una bellísima mujer que taconeaba el piso haciendo retumbar la oficina, no venía sola, le acompañaba un hombre muy alto tanto como Marck y corpulento como Él también
—¡Hola, amorcito bello!, te vengo a visitar, te he extrañado —lo abrazo sin dejarlo decirle nada todavía pero dijo
—¡Loretta querida!, estas, ¡hermosa!, también te he extrañado —ella le dio un beso en la mejilla y exclamo divertida
—Te presento a Ralph Matheus, ¡mi prometido!, Ralph… Él es Marck, de quién tanto te he hablado
El hombre rubio de ojos marrón le dio la mano a Marck diciendo —Hola Marck, así que tú eres el hombre que rechazo a esta hermosa mujer… de lo que te perdiste, dejaste ir a esta preciosura.
A lo que Marck solo sonrió y contesto —Yo… la verdad que hasta ahora estoy soltero, amé a Judith demasiado y no me siento atraído hacia ninguna mujer, su recuerdo me llena mi vacío.
La miró sin comprender bien todavía y Ralph le explico
—Mira tú vas a ese sitio de citas a ciegas, te hacen preguntas de lo que realmente buscas, te enseñan fotos de las mujeres con antifaz, eliges una pero la condición aquí es que a veces muchos la eligen y te llevan a una habitación donde están los demás y se ponen en fila, ella entra y elige al hombre que le llama la atención y después se ven solo entre ellos, pero la condición es que el antifaz le cubre el rostro a los dos solo se ven sus ojos y boca además no puedes hablar nada, es solo contacto carnal, si te toca una virgen estas de suerte, te sacaste la lotería, por eso en las reglas que te entregan dicen lo que debes hacer para saber si es virgen y no maltratarla
Marck estaba con la boca abierta estupefacto de escucharlos, jamás se le había cruzado por su cabeza esas cosas, era algo nuevo para Él, pero supuso que era una solución a su abstención de tantos años, además de la curiosidad de meterse en ese mundillo de perversión.
Sin saberlo, la pareja consigue que Marck, un hombre viudo que se ha abstenido de tener relaciones por su difunta esposa, se interese por ese mundo de las citas a ciegas, donde conseguirá tener sexo con desconocidas sin compromiso, pero que algún día le hará ver que no todo es lo que parece en esta vida.

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