Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 19

Israel ni siquiera se detuvo, fue directamente hacia el elevador.

Después de que Israel se fue, todos respiraron aliviados.

"¿A dónde fue el Sr. Herrera? ¿No llevaba a la secretaria Pérez, ni a ti?"

Jaime habló en voz baja: "Fue a recoger al aeropuerto a la Srta. Rosé".

"¿Su prometida?"

"Sí".

Todos: "..."

"Qué pena por la señorita Fermínez", murmuró alguien.

Jaime serio: "Ivanna, no vuelvas a decir eso, si alguien con malas intenciones lo escucha, ¡perderás tu trabajo!".

Ivanna rápidamente cerró la boca.

El elevador llegó al piso B1, y la salida era el estacionamiento exclusivo de Israel.

Se subió al coche.

Rara vez conducía, el coche en su mayoría era conducido por Leticia. Ya no había cosas de ella en el auto. Igual que en su casa. Todo estaba limpio.

Pero...

Las cosas se habían ido, pero el olor no. En el auto todavía quedaba ese tenue aroma que solo ella tenía.

Israel siempre pensó que Leticia usaba perfume al principio. Después de un tiempo, se dio cuenta de que incluso después de haberse bañado, todavía olía bien.

¿Tomar medicamentos? ¿Qué enfermedad tenía para tener que tomar medicamentos?

Israel se irritó al pensar en ello.

Estaba a punto de encender el motor cuando vio pasar a varias personas frente a su auto. Era Leticia y Fausto del departamento de ventas, Israel no conocía a los demás.

Rápidamente, la gente de afuera se dio cuenta de Israel en el auto.

Todos se miraron entre sí, y la tensión se hizo palpable. Resultó que el Sr. Herrera había estado apoyando a Leticia todo el tiempo.

Pero...

¿No decían los rumores que el Sr. Herrera la dejó?

Renata comenzó a arrepentirse. Si hubiera sabido que ella todavía tenía influencias con él, ¡nunca se hubiera atrevido a ser insolente con ella!

Leticia tampoco se molestó en explicar.

No había dormido bien anoche, no había comido bien al mediodía y se sentía incómoda después de todo.

"Secretaria Fermínez, no te ves muy bien, ¿te sientes mal?". Preguntó Renata preocupada.

"No importa". Leticia sacudió la cabeza y se subió al coche directamente.

Antes de las cuatro en punto, el contrato ya estaba firmado.