Si él hubiera vuelto mucho antes, si hubiera estado al lado de Leticia mucho antes...
¿Todo esto no habría pasado, verdad?
Cuanto más lo pensaba, más sufría Néstor.
No podía imaginar bajo qué circunstancias Leticia, tan orgullosa, se había acercado a Israel.
Después de salir del hospital.
Leticia regresó directamente al hotel.
Poco después llegó Leira Banes.
Cuando Leticia la vio, notó que Leira Banes estaba llorando.
"Abuela Banes, ¿qué pasó?" Leticia caminó hacia ella, mostrando preocupación.
Leira Banes le hizo una seña con la mano para que Leticia se sentara a su lado.
Una vez que Leticia se sentó, Leira Banes tomó su mano: "Cuando nos encontramos en el sanatorio, te fuiste temprano y no supiste de algo".
Leira Banes suspiró.
"Resulta que cuando mi nuera se fue, ya estaba embarazada".
Leticia sorprendida dijo, "¿Ni siquiera su hijo lo sabía?"
"¡Nadie lo sabía!" respondió Leira Banes muy triste. "Después de pensarlo, ella quizás quería decírmelo, pero justo después ocurrió el accidente".
Leticia frunció el ceño.
Probablemente porque ella misma estaba embarazada en ese momento, comenzó a empatizar con lo que Tahisa había pasado.
"Entonces, ¿viniste a Valle San Rafael para encontrar a ese niño?" preguntó Leticia.
"Sí", asintió Leira Banes. "Tal vez los padres biológicos de Tahisa no querían que encontráramos la verdad sobre ella, ¡y no pude averiguar dónde está el niño!"
Leticia no sabía qué decir.
De hecho, si ella estuviera en el lugar de los padres biológicos de Tahisa, también habría tomado la misma decisión.
No todo en este mundo se puede compensar.
Tahisa sufrió mucho más en ese tiempo que Leira Banes.
"No te sientas demasiado mal, tal vez ella esté bien," Leticia trató de consolar a Leira Banes de una manera pálida.
Leira Banes negó con la cabeza, estaba un poco emocional.
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