Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 206

Anastasia no quería contestar la llamada en absoluto.

Pero, al final, terminó respondiendo.

Era una llamada de su tío.

"Anastasia, ¿cómo lo manejaste? ¿Por qué me involucraste a mí ahora?". Su tío estaba furioso.

Sin esperar a que Anastasia respondiera, comenzó a gritar: "¡Ese prometido tuyo es muy astuto! ¡Incluso se las arregló para obtener las grabaciones de mis conversaciones con otras personas! ¿Sabes cuánto me costó mantener esa información en secreto?".

"Tío, no creo que haya sido Israel..."

"¡Deja de decir tonterías!". Gritó el hombre al otro lado del teléfono.

Anastasia frunció el ceño y apretó los puños.

Su tío dijo: "¿Sabes cuánto negocio hemos perdido debido a estos escándalos? ¡Los precios de nuestras acciones han ido en picada!".

Hablando de esto, su tío estaba aún más enojado.

En un principio, había considerado utilizar la misma táctica para vengarse de Israel.

Pero nunca imaginó que no podrían encontrar otro escándalo relacionado con la familia Herrera e Israel, aparte de su relación con la secretaria Leticia.

Y no se atrevían a usar ese escándalo porque, en primer lugar, Anastasia era su hija y ahora la prometida de Israel.

En segundo lugar, después del incidente con Eric, todos sabían que Leticia era un tema tabú para Israel.

Si sacaran a Leticia a la luz pública, Israel podría vengarse de ellos aún más despiadadamente.

Lo más importante era que la colaboración entre la familia Rosé y el Grupo Herrera ya había comenzado oficialmente.

Grandes sumas de dinero habían sido transferidas a las cuentas de financiamiento, y aunque Israel hacía cosas a escondidas, seguía impulsando la colaboración de ambos proyectos de manera abierta.

Anastasia, asustada, detuvo la grabación inmediatamente.

"Anastasia...", Jones la miró con preocupación.

"¡Eric grabó la conversación! ¡Israel me la mandó! ¡él me la envió!". Anastasia, aterrada, agarró el brazo de Jones. "Jones, ¿qué hago? ¡Israel nunca me perdonará! ¡Nunca lo hará!".

"Señorita, ha llegado el momento de que elija entre Israel y su familia", dijo Jones.

Anastasia miró a Jones.

Se dejó caer al suelo con una risa amarga: "¿Elección? ¿Qué elección tengo? Israel ya no me quiere con él”.

Israel ya no la quería.

No podía ser rechazada por su familia también, porque entonces, ahí sí, no tendría nada.