Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 244

"Ya no tienen que fingir, el asunto del heredero no tiene nada que ver con ustedes. ¿Acaso se olvidaron? Ya los eché, nunca más serán parte de los Banes, lo que pase con la propiedad de la familia Banes no les concierne en lo absoluto".

"Mamá, ¿realmente eres tan despiadada?" Javier estaba asombrado.

Cuando los echaron, Lola dijo que su mamá sólo estaba enojada en ese momento. ¿Cómo podría una madre realmente abandonar a sus hijos?

Leira no quería hablar con él y le pidió a Toni que los sacara.

Toni dio unos pasos adelante y se puso delante de ellos como un muro.

Javier apretó los dientes: "Mamá, ya que es así, por favor devuélvele a Lola lo que queda de la herencia de mi suegro que guardas en tu poder".

Leira estaba a punto de subir las escaleras cuando escuchó eso, se detuvo y se giró lentamente.

"¿Qué has dicho?"

"¡El hijo de Tahisa no merece heredar esa propiedad! ¡Esa herencia debería ser de Lola, ella es la única hija de mi suegro! Él, como tú, fue engañado por esa desgraciada de Tahisa, ¡y tomó la decisión equivocada!"

"¡Pum!"

Leira volvió corriendo y le dio una cachetada a Javier.

Javier retrocedió un paso, luego se cubrió la mejilla y vio estrellitas.

"Mamá, ¿qué está mal con lo que dijo Javier? Soy la única hija de papá, su propiedad debería haber sido mía desde un principio", Lola estaba furiosa, "¡Me lo prometió en persona cuando volví a casa esa vez!"

"¿Por qué no piensas en por qué Linde al final no quiso verte y por qué prefirió dejar la herencia a su nieta a quien nunca había conocido en lugar de dártela a ti?"

"Debe ser por culpa de Tahisa..."

"¡Bah!" Leira casi escupió en su cara.

"Es todo por tu mal comportamiento, ¡por todos los medios sucios que usaste para robarle el marido a alguien más! Linde vivió una vida recta e inflexible, ¿cómo podría aceptar a una hija tan desvergonzada como tú?"

"¿Y qué pasa si la encontraron?" Lola apretó los dientes con fuerza, "Querido, vamos a pensar en cómo hacer para atraerla a nuestro lado, de esa forma al final, toda la propiedad que tenga será nuestra, ¿no?"

"Mi amor, ¡qué inteligente!" Después de decir eso, Javier tocó su mejilla y se quejó un par de veces más: "¡Pero si convivo con la hija ilegítima que tuvo el muy desgraciado con otra, no podré evitar recordar que me pusieron los cuernos!"

"Sólo aguanta un poco, ¡piensa en toda esa propiedad! ¡Y esa gran empresa!"

"¡Entendido!"

La pareja malvada susurró y conspiró mientras se iban.

Leira se ocupó de los asuntos del grupo empresarial por unos días y arregló todo.

Cuando estaba a punto de volar de regreso al país, recibió un correo electrónico anónimo.

"La vida privada de la secretaria del presidente de Concha Capital, Israel, es un desastre: ¡embarazada del hijo de un médico pediatra, fue descubierta por Israel y despiadadamente obligada a abortar!"