Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 251

Un dolor intenso envolvía envejecido cuerpo.

Los recuerdos se despertaron rápidamente en su mente.

Siempre había estado vigilando en secreto cada movimiento de Israel, ese día, Israel había vuelto al departamento que compartía con Leticia y se había quedado dentro por mucho tiempo.

También se había ausentado sin dar explicaciones a una reunión a la que debía acudir.

Jones estaba muy alerta, sintiendo que algo iba a pasar.

Inmediatamente había reservado un vuelo para escapar con Anastasia.

Pero en el aeropuerto, Jones recibió un correo anónimo.

El correo contenía una dirección y una foto de un jade.

Ese jade era el amuleto que Jones había dado a su amada cuando era joven, pero lamentablemente, la guerra les había separado más tarde y durante todos estos años, Jones siempre había tratado de encontrar a su amada de la juventud.

Aunque sabía que quedarse era peligroso para ella, Jones optó por meter a Anastasia en un avión y regresar sola.

Sin embargo, también había sido astuta, fingiendo haber abordado también el avión para marcharse.

Tan pronto como confirmó que el amuleto mostrado en la foto era de su amado, se iría de inmediato.

Pero...

Cuando llegó al destino, no vio a nadie y fue golpeada por detrás, se desmayó después con un ojo morado.

Cuando se despertó, estaba en un lugar espeluznante y extraño.

"¿Quién es?"

Jones abrió los ojos con dificultad y miró a su alrededor con cautela.

"¿Has hecho tantas cosas malas que no sabes quién actuaría en tu contra?" Una voz fría y burlona resonó.

Jones sintió que esa voz le resultaba familiar.

"¿Una sirvienta común?" Leticia se rio, "¿Una sirvienta común contrataría a un asesino? Puedo entender si querías matarme, después de todo, Anastasia no puede tener a Israel porque me ama. Pero ¿por qué contrataste a alguien para golpear a mi amiga?"

Dijo Leticia.

Y le dio con la barra de acero en el hombro a Jones.

No golpeó demasiado fuerte, pero tampoco demasiado suave, Leticia no quería matarla a golpes.

"¡Ah!"

Jones gritó de dolor.

"¿Duele? Ella tiene tres costillas rotas, duele mucho más que esto", dijo Leticia con los dientes apretados.

"¡Loca! ¡Eres una loca! ¡No le he hecho daño a nadie!" Jones todavía protestaba.

Leticia soltó una risa burlona.