Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 294

Leticia nunca se metía cuando los niños peleaban.

Miraba por la ventana del carro, familiarizándose con las calles.

Pensaba que se sentiría como en otro mundo, pero no, parecía que apenas había pasado un día.

El carro seguía conduciendo.

Parecía que pasaba por una zona de alta tecnología.

Leticia vio de lejos el cartel de Concha Capital Energía.

¿Entonces qué ocurrió con ese edificio? ¿Cómo es que Concha Capital Energía estuvo en una zona de alta tecnología tan lejana?

Leticia recordó que Israel, ese día, se volvió orgulloso y le dijo que había comprado el edificio de enfrente.

Ella siempre pensó, que después de cinco años, todo esto ya estaría olvidado.

Pero no, todo se volvía nítido en su memoria al regresar.

"Hay algo que creo que debería decirte," dijo Dulcia, interrumpiendo los pensamientos de Leticia.

"¿Sí?" Leticia la miró.

"¿Sabes que mi abuelita se había lastimado la pierna? Cuando volvimos, la llevé a un hospital mejor, a una sala VIP", dijo Dulcia, haciendo una pausa. "La señora mayor de la familia Herrera, ¿no es cierto que tenías una buena relación con ella?"

"Sí, bastante bien", respondió Leticia vagamente.

"Está en sus últimos días, será cuestión de un mes o dos."

La verdad, Dulcia se dio cuenta después de que Yolanda había conocido a Israel en el hospital, y ella se preguntó por qué Israel estaba en la sala VIP, pensó que estaba enfermo de algo grave. Así que le preguntó a una enfermera.

La enfermera no era discreta y contó todo por un poco de dinero.

"¿En serio?" Leticia recordó a esa anciana cariñosa, sintiéndose un poco confundida.

En teoría, debería ir a visitarla.

Pero...

Realmente no quería tener nada más que ver con Israel.

"¡Vaya que te acuerdas bien de la comida!" Dulcia la miró fijamente, luego explicó a Leticia: "Hace unos días, cuando fuimos a cenar con mi mamá, Yolanda se metió en la habitación equivocada y la gente la encontró linda así que le dieron algo de comida."

"Yolanda," Leticia se puso seria, "¿crees que eso está bien?"

Yolanda bajó la cabeza: "Pero el tío es mi amigo... incluso le di una horquilla de mariposa."

"Déjalo ya, han pasado varios días y ya le he dado una lección", dijo Dulcia, frustrada. "¡A comer, a comer!"

Si Leticia se enteraba de que ese tío era Israel, ¿qué hubiera pasado?

Leticia miraba a Yolanda.

La abrazó y le dijo: "Mi amor, no es que mamá quiera ser mala, pero no quiero que Yolanda sea una niña maleducada, ¿puedes entender a mamá?"

Yolanda, angustiada, asintió con la cabeza. Parecía a punto de llorar.

En ese momento...

"Yolanda, pásame una albóndiga." Emilio, quien había estado callado todo el tiempo, de repente habló.