Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 324

Yolanda arrastraba los pies, caminando hacia donde estaba Israel.

Cuando estaba a punto de llegar, escuchó la voz de la odiosa tía.

Yolanda sabía que escuchar a hurtadillas era muy malo, pero ...

Instintivamente, jaló a Laura y se paró junto a la pared.

Laura estaba muy confundida.

Esto era un rincón, no había necesidad de pegarse a la pared, no podían ver desde allí, ¡la señorita realmente ... había estado viendo demasiadas películas de espías últimamente!

"Hubo un cambio en mi situación", dijo la odiosa tía en voz baja, sonando muy disgustada. "Hay una mocosa molestona que no deja en paz a Israel."

¿Mocosa molestona?

Yolanda arrugó la nariz. ¿Podría estar hablando de ella?

"Ahora mismo está pegada a Israel, ¡quiere comer con él!" continuó la odiosa tía. "En un rato, fingiré no sentirme bien para que él me lleve, de todos modos, ¡hoy debe irse a casa conmigo!"

Yolanda estaba conmocionada.

Laura también estaba conmocionada.

Se miraron la una a la otra.

¡Como si supieran un gran secreto!

"Él se ha vuelto muy aficionado a los niños, una vez que este plan tenga éxito, podré usar a los niños para tenerlo atrapado ..." La voz de la odiosa tía se fue apagando.

El pequeño corazón de Yolanda latía furiosamente.

"¿Acaso quiere hacerle algo malo al señor que compró las pinturas?" Laura preguntó a Yolanda.

Yolanda asintió seriamente: "¡Resultó que ella es la mala tía odiosa!"

"Señorita, ¿qué hacemos ahora? ¿Le contamos al señor?" Laura pensó que, cuando volviera, debía rezar mucho, ¿cómo es que se encontró en una situación tan extraña?

"Es la persona que el señor ama, los adultos creen más en las personas que aman", dijo Yolanda seriamente.

Laura: "¡!"

¡Qué lógico, cómo no lo pensó!

"Entonces, ¿qué hacemos?" preguntó Laura.

Yolanda la miró: "Laura, lo siento".

Laura: "¿?"

¿Quién la salvará?

Yolanda salió con paso firme y enérgico.

Laura, con el alma perdida, la siguió débilmente.

"¡Señor!"

Cuando vieron a Israel, un hombre extraño estaba hablando con él, tratando de darle su tarjeta.

La mala tía aún no había regresado.

Yolanda pensó, ahora es el momento, ¡llevarlo lejos!

"¡Vaya, si es nuestra pequeña pintora!" el extraño sonrió ampliamente, "¡así que eres la niña de la familia Herrera! ¡No es de extrañar que seas tan inteligente!"

Había escuchado a Yolanda llamar a Israel y estaba claramente confundido.

"Buenas tardes, señor, gracias por el halago, adiós, señor, ¡Yolanda y el Sr. Herrera van a comer juntos!"

Antes de que el extraño pudiera reaccionar.

Yolanda cogió la mano de Israel y se dirigió hacia la salida.