"Pensándolo de otra manera, no está tan mal esa idea...". Dicho esto, él comenzó a enojarse. "¿Así que cuando te divorciaras? ¿Cuándo te casarás conmigo y cuándo dejarás que yo y los niños vivamos juntos? ¡Así no tendríamos que dividir nuestro tiempo!".
"Cálmate un poco ¿Si?".
Leticia sostenía sus mejillas.
Todavía tenía sangre en la cabeza, ¿cómo podría ser tan impaciente?
"Ya no soy joven". Israel apoyó la frente en el hombro de Leticia. "Por favor, cásate conmigo pronto..."
Leticia no sabía si reír o llorar.
"Realmente estás loco por casarte conmigo”.
"Todo comenzó hace cinco años, pero lamentablemente la Sra. Herrera se enteró demasiado tarde", Israel habló en voz baja.
Leticia bajó la cabeza y le dio un beso voluntariamente.
Israel de repente parecía un perrito siendo acariciado, su insatisfacción desapareció al instante.
"No te preocupes, te aseguro que me casaré contigo".
Israel enganchó el cuello de Leticia y trató de besarla de nuevo.
Pero en ese momento, su celular sonó.
"¿Quién es?". Israel se enfadó, tomó su teléfono y justo entonces el teléfono de Leticia también sonó.
"Qué coincidencia, ¿no?".
Leticia frunció ligeramente el ceño.
Echó un vistazo a la pantalla y su corazón se saltó un latido.
Ella miró a Israel y ambos contestaron el teléfono casi al mismo tiempo.
"¿Qué pasó?", preguntó Leticia.
Israel se limitó a decir en tono frío: "Habla".

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