Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 661

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"Esto tiene que ver con mi relación con él, tú no necesitas..."

Antes de que Fernanda terminara de hablar, Leticia dijo impacientemente: "Soy su esposa, tengo derecho a meterme en sus asuntos con cualquier persona. ¿Vas a decirlo o no? Si no lo dices, voy a pensar que estás jugando con tu vida."

"Dame dinero y déjame ir."

Fernanda estaba al borde de la locura. Al escuchar a Leticia, inmediatamente hizo su demanda.

Leticia se burló: "No hay dinero, pero puedo dejarte ir."

Fernanda miró a Israel.

Israel la ignoró directamente.

"Además, tengo que decirte esto, en base a mi conocimiento de ti durante todos estos años, sé que una vez que te deje ir, no estarás satisfecha." Leticia miró con desprecio a Fernanda. "Cortar por lo sano fue tu idea. Si aceptas este acuerdo, una vez que salgas por la puerta de la Mansión Rayas, no mencionaremos más lo que pasó en el pasado. Pero a partir de ahora, si vuelves a meterte en problemas y te atrapo, te haré desear estar muerta. No vayas a llorar y gritar diciendo que eres la salvadora de Israel. Hoy podemos decir que ya se saldó las cuentas, no te debemos nada más."

Fernanda respiraba agitadamente y se tocaba involuntariamente el vientre.

Últimamente, no había comido ni dormido bien. Aunque no había ningún signo en su vientre, todavía estaba preocupada por que algo pudiera estar mal con el bebé. Lo más importante en este momento era salir de aquí.

"Estrella, ¿crees que has ganado?" Fernanda la miró. "Te diré, solo eres similar a Leticia. Si apareciera alguien más parecido a ella, ¡Israel te trataría de la misma manera que me trata a mí!"

Dicho esto, ella agarró el celular de la cama.

Echó una mirada feroz a Leticia e Israel, como si temiera que Leticia cambiara de opinión, y corrió hacia la puerta.

Cuando pasó por la sala, echó un vistazo a la urna con las cenizas de Cindia. Luego caminó rápidamente hacia la puerta y, al abrirla, los guardias de la entrada la miraron.

Pero a diferencia de antes, solo la miraron con disgusto y no hicieron ningún otro movimiento.