Unos golpes en la puerta de su oficina la distrajeron de sus pensamientos y un Robert muy sonriente entró, ese hombre trataba de hacer todo lo que podía para que ella saliera con él, pero nada había pasado aún, estaba cansada de decirle que no le interesaba salir con él, que era felizmente casada.
—Hola hermosa, ¿Qué tal si salimos por un café?.
—Hola Robert, no puedo, tengo mucho trabajo— él suspiró frustrado, Sophie siempre le decía que no, estaba cansado de que lo ignorara y de que siempre lo rechazara, trataba de ser un hombre agradable pero ella siempre tenía una excusa para negarse.
—Sophie, creo que deberías ser un poco más gentil, solo te estoy invitando a un café — Sophie cerró los ojos frustrada, estaba cansada de todo, Alexis todos los días la traba de una cualquiera, porque según él, ella andaba con Robert y con cualquiera que tuviera un pene en medio de sus piernas, y aunque su esposo siempre había sido cruel con ella, este hombre enfrente de ella tenía la culpa también, porque no dejaba de mandarle mensajes así fuera en horas no laborales.
—Estoy cansada de que no dejes de querer conquistarme, Robert, eres un hombre muy atractivo, pero no me interesas, entiende de una vez, estoy enamorada de Alexis, desde que era una niña, y ahora estoy con él casada y eso es lo que más me gusta de mi vida, por eso he decidido hablar con Hannah, voy a renunciar, quiero que me dejes en paz de una vez. — Robert se enojó al escucharla, se acercó a ella tan rápidamente que Sophie se levantó de prisa de su silla, y quedó pegada a la pared, Rob se pegó a ella y le acarició el rostro con una mano.
—Es que parece que la que no entiendes eres tú, cuando una mujer me gusta simplemente no me doy por vencido, tú simplemente me encantas, me fascinas, no eres como las otras que han pasado por mi cama, tu literalmente me mandaste por un tubo desde el día uno y eso es lo que más me atrae, si quieres que te deje en paz, necesito tenerte en mi cama, acepta, por favor — Sophie iba a mandarlo a la mierda pero él invadió su boca, ella por un momento quedó en shock, pero luego reaccionó e iba a empujarlo, pero de un momento a otro ya no lo tenía encima, sino que estaba en el suelo.
Alexis lo golpeaba una y otra vez fuera de sí.
—Eres un maldito, no quiero que vuelvas a tocar a mi mujer, imbécil de mierda. — Sophie vio asustada como Robert sangraba por todas partes del rostro.
—Alexis basta, lo vas a matar, Alex, ¡detente! — el grito de Sophie lo detuvo, Hannah entró en ese momento y gritó horrorizada.
—¡Dios, Robert? — se arrodilló hasta su hermano mientras lloraba al verlo inconsciente —¿Qué mierda le has hecho? Eres un maldito loco. — Hannah miró muy molesta a Sophie —Estás despedida y no vas a tener liquidación.
Sophie lloraba en silencio, todo se había salido de control.
—Mi mujer no necesita nada, y voy a demandar a tu hermano, por haber tocado a mi esposa, besarla a la fuerza y quería obligarla a que se acostara con él. — Hannah lo miró sorprendida. — recoge tus cosas nos vamos ahora Sophie.
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