A história de UN BEBÉ PARA NAVIDAD está atualmente postada em Capítulo 0036 e recebeu críticas muito positivas de leitores, a maioria dos quais leram ou estão lendo. Esta é uma história muito apreciada! Sou até mesmo fã de Internet, por isso estou ansioso por Capítulo 0036. Espere para sempre. @@ Leia Capítulo 0036 UN BEBÉ PARA NAVIDAD do autor Internet aqui.
—Oye, ¿qué crees si de verdad hoy te llevo a esquiar y todo eso? —le preguntó Zack a Andrea con complicidad mientras le servía café.
—¿De verdad quieres verme rodar montaña abajo? —lo increpó ella.
—No, pero si nos mantenemos alejados de la casa, es menos probable que nos molesten y hagan preguntas. ¿Qué me dices? —preguntó Zack.
—Pues por mí está bien, pero ¿vamos a estar todo el día lejos de Adriana?
—Asúmelo, mi padre no te la va a prestar —sonrió Zack y Andrea vio lo feliz que estaba la bebé con el señor Nikola y la señora Luana.
—Está bien, entonces vamos.
Desayunaron con la familia y por supuesto que cuando Zack le preguntó a sus padres si podían cuidar de la bebé, los dos aceptaron encantados.
—¡Y por cierto! ¿Cuál va a ser nuestro premio por la casita de jengibre? —interrogó Zack a su padre y él dio dos palmadas.
—¡Muy bien! Después de mucho deliberar, tu madre y yo hemos decidido regalarles... ¡su luna de miel! —exclamó su padre emocionado y Andrea y Zack se quedaron petrificados, con sus sonrisas atornilladas—. ¿Por qué no los veo contentos?
—¡Sí lo estamos! —exclamó Andrea de inmediato—. Sí, por supuesto que lo estamos, solo fue algo...
—¡Inesperado! ¿Verdad, Pastelito? —la ayudó Zack.
—¡Exacto, muy inesperado! Pero es un lindo gesto de su parte, señor Keller.
Nikola frunció el ceño y miró a su hijo y a Andrea mientras mecía a la bebé.
—¿Sí están pensando en casarse, verdad? —preguntó y de repente sus ojos se posaron en Zack—. Digo, entiendo que ya por vivir juntos se consideren marido y mujer, pero espero que piensen formalizar las cosas, sobre todo por el bien de mi nieta ¿no, Zack?
—¡Claro papá...! —respondió él inquieto—. Sí, claro que sí...
Pero aquella respuesta no pareció convencer del todo a su padre.
—¡Bueno, a disfrutar el día, vayan, vayan! —exclamó Luana.
Zack tomó la mano de Andrea y salieron de la casa apurados después de despedirse la bebé con cientos de abrazos y besos. En todo el camino hacia las pistas de esquí se mantuvieron en silencio, pero cuando llegaron a la cima en el teleférico, él pudo notar que Andrea estaba nerviosa.
—No te preocupes, no voy a dejar que ruedes montaña abajo —le dijo pero ella negó.
—No es eso, Zack. Creo que tu papá está sospechando, ¡y yo me muero de vergüenza si se da cuenta de que le estamos mintiendo! —exclamó y sus ojos se humedecieron—. Tienes una familia muy linda, se me cae la cara si tu padre nos descubre, Zack.
—¡Oye, oye! Eso no va a pasar —dijo él acariciando sus brazos arriba y abajo para calmarla—. No nos va a descubrir porque somos una pareja muy convincente, ¿verdad? Nos llevamos bien, no hay razón para que sospeche.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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