Resumo de Capítulo 0008 – Uma virada em UN BEBÉ PARA NAVIDAD de Day Torres
Capítulo 0008 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrito por Day Torres. Com traços marcantes da literatura Romántica, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
—No... no quiero ser esa clase de persona —balbuceó mientras ya no podía contener las lágrimas.
—Entonces te despediré —sentenció Trembley sin una gota de compasión—. Esas son las opciones. O te acuestas conmigo y puedes estar segura de que tendrás un futuro prometedor aquí, o te niegas y esta carta de despido se hace efectiva a partir de mañana... y a partir de pasado mañana te preparas para perder a tu hija.
Andrea estaba atrapada entre dos fuegos; el ascenso no le importaba, pero si rechazaba la oferta de Trembley perdería su trabajo. Y como si necesitara un empujón, Trembley se inclinó y empezó a firmar la carta de despido.
—Espere... —murmuró Andrea y eso era todo lo que el viejo necesitaba. Tomó una hoja, escribió una dirección y se la pasó a la muchacha—. Aquí te espero esta noche. Ahora lárgate de mi oficina.
Con una mano temblorosa y sabiendo que no tenía otra salida, Andrea tomó aquel papel y salió de allí. Intentó que nadie la viera llorar, pero por desgracia la maldit@ empresa no tenía las paredes más gruesas del mundo; así que esa tarde, mientras Zack iba por un café contra el frío y el mal humor, escuchó hablando delante de él en la fila a otras mujeres de la empresa.
—Parece que ahora sí se le hizo al jefe —murmuraba una.
—La verdad es que ya se había tardado —replicó la otra—. Me da pena con Andrea, pero Trembley lleva meses detrás de ella, y ella sola se puso en bandeja de plata. ¡Como si el jefe le fuera a dejar pasar eso!
Zack arrugó el ceño pero no hizo ni un sonido.
—Al final hasta le va a ir mejor. Cuando se acueste con Trembley la va a posicionar bien, le va a pagar más... es lo que hace con todas hasta que se aburre —dijo la otra mujer.
—¿Y estás segura de que ella aceptó? ¡Mira que tiene cara de ñoña reprimida!
—Pues eso fue lo que oí, y luego me acerqué a su escritorio para pedirle grapas y vi una nota con la dirección del Sheraton —respondió la otra.
—¿El hotel del centro?
—¡Y una mierd@! —rugió él—. ¡Soy consciente de que muchas mujeres cambian sus... favores por un ascenso, pero es algo tan desagradable y humillante que jamás se me pasó por la cabeza que fueras de esa clase!
—¡Yo no soy de ninguna clase! ¡Tú no me conoces! —le gritó ella llorando desesperada—. ¡Si crees que hago esto por el ascenso estás muy equivocado!
—¿Entonces por qué? ¡Sé que no te conozco, pero en medio de toda esa autoestima ausente tiene que haber al menos un poco de dignidad! ¿no? —gruñó Zack.
Andrea apretó los labios y se limpió las lágrimas mientras negaba.
—¿Dignidad? Qué ingenuo eres —murmuró—. La dignidad es un lujo que algunas mujeres simplemente... no podemos darnos.
Y sin decir más se perdió en medio de la tarde, y del frío.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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