- Son los padres de Helka - cada lagrima en mi mejilla significaba odio, tristeza y soledad.
Golpeo la mesa desatando mi furia.
- Ellos te quieren de vuelta - dice Hugo lamiendo sus labios.
- Tengo que... Hablar con... Con Agnes - me levanté de la silla y marqué a Agnes.
Su teléfono no contestaba.
Apreté los dientes mientras las lágrimas inundaban por completo mi rostro.
Desesperada y con poca paciencia solté un gruñido de ira.
- Maldita sea, contesta Agnes - maldecí el teléfono.
Corté y volví a marcar.
- Helka - me llamo Hugo.
- Ella ya viene en camino,... Su celular se le descargo antes de que cortara.
Guardé mi celular.
- Quiero más respuestas - me volví a sentar secando me las lagrimas.
- Dime lo que sea...ayudaré en lo que pueda - asentí.
- ¿Por qué me vuelven a buscar?, ¿Por qué ahora? Que mi vida esta tomando un buen rumbo.
- Porque estás tomando ese buen rumbo con el chico equivocado para ellos.
- ¿Drake? - lo miré - ¿Por qué?, ¿Qué tiene él de malo?.
- Ambos sabemos que no soy el tipo más sano para ti, pero creo que podré patear traseros a cada que intente joder tu vida - dijo serio. Sonreí por lo bajo, sus palabras cambiaban mi humor.
- No me mal intérpretes,... Esa rivalidad de tus padres con los de Drake, los lleva a pensar cosas negativas de cada integrante de la familia Benedict.
- ¿Por qué se llevan tan mal? ¿Y por qué tu sabes de esto? - fruncí el ceño.
- Porque mi padre fue la mano derecha del padre de Drake - bajo la mirada apretando los labios.
- Por lo consiguiente ambos fuimos unidos y curiosos, supimos de todo en nuestra adolescencia, no fue fácil procesar tal cosa, pero ambos decidimos trabajar con nuestros padres,... Sin importar que, y así se convirtió en mi mejor -
- ¿Sus padres les dejaron trabajar en... eso? - alcé una ceja.
Ambos asintieron con la cabeza.
- Ellos nos daban trabajo fácil y sin arriesgar, que no nos hicieran reconocibles.... - me quedé en silencio y le miré fijo, esperando otra respuesta - trabajos en computadoras: hackear, y mandar mensajes, informar sobre noticias relacionadas al trabajo.
- OK,... - dije, lamí mis labios.
- Está bien si no dices nada más... Creo que yo reaccionaría igual - se cruzó de brazos.
- No,.. No es eso... Solo que pensé muchas cosas, excepto esto - solté un suspiro de cansancio.
Había pensado en engaños, quizás una sorpresa, un secreto de la familia, pero esto es más...
-... Agnes debería estar llegando - dice Hugo preocupado.
- ¿Dónde estará? - miré a Hugo, quien miraba al mesón, frunció el ceño.
- Creo que iré a buscarla.
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