Un Matrimonio por Dulce Amor romance Capítulo 121

El auto de Xi Mushan pronto salió de Glory World Corporation y se dirigió directamente hacia West Park.

Casi al mismo tiempo, dentro de la oficina del Presidente en Glory World.

Mu Vuchén estaba de pie junto a la gran ventana, mirando el cielo pacíficamente.

En realidad, Ah Mo no quería perturbar las vibraciones pacíficas, pero tenía que hacerlo después de saber lo que sucedió a continuación. —Maestro, vi a la Señora entrar al auto del alcalde Xi. Probablemente fueron a West Park. Por consideración al abuelo Xi, la fiesta de compromiso de Han Yifeng estaba programada para celebrarse en West Park.

Después de que Ah Mo le dijera esto a Mu Yuchen, él no pareció reaccionar.

—¿Maestro? —Ah Mo lo llamó con cautela.

Mu Yuchen se apartó del escenario exterior mientras enderezaba su manga ligeramente arrugada con el ceño fruncido. Suspiró internamente.

—Prepara el auto.

Luego caminó hacia su mesa, levantó su teléfono y rápidamente salió de su oficina.

—¡Sí, señor!—Ah Mo respondió rápidamente cuando sacó su teléfono y agarró el cortaviento en la percha de ropa. Luegosalió corriendo para alcanzar a su jefe.

West Park estaba muy animado ese día. Se colocó una alfombra roja desde la entrada hasta el gran salón ubicado dentro de la residencia. A cada lado había todo tipo de hermosas flores. Hubo invitados y sonidos de saludos por todas partes.

La habitación de Xi Xinyi estaba en el segundo piso de la residencia.

—¡Xinyi, oh, Dios mío! ¡Estás usando éste vestido! ¡Es tan hermoso! ¡Seguramentemi primo se enamorará de ti otra vez!

Huang Shanshan quedó impresionada cuando vio a Xi Xinyi con su vestido rosa de novia. Sus ojos se llenaron de admiración cuando se sorprendió al ver tal belleza.

Xi Xinyi se miró en el espejo mientras una sonrisa avergonzada aparecía en su hermoso rostro. Ella se levantó.

Se puso un vestido de novia color rosa pastel con un corte generoso que dejaba sus hombros expuestos, presentando perfectamente la exquisita figura de Xi Xinyi. Incluso, había muchas perlas brillantes en el vestido como estrellas en el cielo.

Su cabello rubio estaba recogido y amarrado con un broche de diamantes. Ella sólo se puso un poco de maquillaje ligero, pero su apariencia era la de un hada. Parecía frágil, pero al mismo tiempo se veía magnífica y encantadora.

Incluso como mujer, Huang Shanshan estaba totalmente encantada.

—Xinyi, pareces la diosa de toda la humanidad. ¡Estás fenomenal! —ella estaba impresionada.

Xi Xinyi puso una sonrisa encantadora cuando se dio la vuelta y miró a Huang Shanshan. Su tono de voz estaba lleno de gratitud. Sostuvo las manos de Huang Shanshan y le dijo con lágrimas en los ojos: —Gracias, Shanshan. Sin tu apoyo, Yifeng y yo no estaríamos donde estamos hoy. Estoy... te estoy muy agradecida. Siempre me has protegido igual que a mi hermana... Shanshan, ¡pronto debes encontrar tu propia felicidad también!

-Mm, Shanshan, ayúdala un poco. El banquete comenzará pronto. No pienses demasiado en eso. —Yue Lingsi sintió que le dolía el corazón al ver la expresión preocupada de Xi Xinyi.

—¡Está bien, tía Yue!—HuangShanshan respondió antes de aferrarse al brazo de Xi Xinyi.

Yue Lingsi asintió y salió de la habitación.

El gran salón del primer piso estaba decorado de forma extravagante. Parecía muy animado en todo el lugar, mientras que el anfitrión completaba la comprobación del micrófono y comenzaba a dar un discurso de apertura. Después de una gran ronda de aplausos y brindis, todos se quedaron en silencio.

—¡Ahora, saludemos a uno de nuestros invitados principales del día, Director Ejecutivo Han! ¡Sr. Han Yifeng, venga y únase a nosotros!

Junto con la voz del anfitrión, los invitados miraron hacia la entrada y vieron llegar a varias personas.

Han Yifeng iba liderando al grupo.

Él llevaba un traje plateado oscuro y hoy tenía una rara sonrisa en su hermoso rostro. Sus movimientos y comportamiento fueron elegantes y carismáticos. Había un aura indescriptible a su alrededor.

La multitud no pudo apartar sus ojos del eminente Han Yifeng. La mayoría ya sabía que él sobresalía tanto en apariencia como en talento, pero verlo ese día seguramente los impresionó aún más.