Un Matrimonio por Dulce Amor romance Capítulo 46

Xi Xiaye bajó su mirada después de verlo a los ojos.

—¿No tienes que trabajar? Es casi la hora de la reunión de la mañana. Ah Mo puede enviarme de vuelta al apartamento para recoger las cosas más tarde.

El sol ya estaba afuera, así que ella sabía que ya no era temprano.

El hombre pasó sus dedos a través de su pelo desordenado casi íntimamente.

—Lapospuse hasta mañana. Vamos a resolver nuestros asuntos hoy. Ponte un abrigo, nos iremos si no hay problemas en la revisión final más tarde.

Luego tomó el abrigo que había puesto sobre la silla y la cubrió.

Xi Xiaye no pudo discutir con él, así que simplemente asintió.

Había mucha gente en el hospital por la mañana. Era casi mediodía cuando se hizo el chequeo.

Después del almuerzo, el médico vino y le dijo a Xi Xiaye que podía irse a casa.

—Tenga cuidado de que su herida no entre en contacto con el agua, y recuerde volver a aplicar el medicamento frecuentemente. Descanse bien durante dos semanas y estará bien. Recuerde que no debe hacer deportes extremos para evitar que la herida se abra —le aconsejó el médico mientras cerraba su historial clínico.

—Lo entendí. ¡Gracias!—Xi Xiaye le agradeció con voz

ronca.

—Entonces volvamos a la Residencia Arce inmediatamente.

Mu Yuchen asintió ligeramente al médico, pero sus ojos estaban mirando a Xi Xiaye. Ah Mo, que había ido a resolver el procedimiento de alta, también había regresado.

Xi Xiaye se levantó cuidadosamente de la cama.

—¡Has terminado con el procedimiento de alta tan rápido!

—Mmm, ¿puedes caminar por tu cuenta?—Mu Yuchen dejó toda la medicina sobre la mesa y la miró.

Xi Xiaye asintió: —Estoy bien.

Ah Mo se acercó rápidamente para ayudar a Mu Yuchen con el empaque.

—Maestro, usted debe sostener a la Directora Xi. Yo me ocuparé de estos.

Luego puso toda la medicina en la bolsa lo más rápido posible.

El tiempo era bueno afuera. El sol cálido los saludó en el momento en que salieron del hospital. Xi Xiaye casi no podía abrir los ojos. Los entrecerrómientras miraba al cálido sol, sintiendo de repente que la niebla oscura en su mente disminuía mucho.

Después de un rato, Ah Mo llevó el auto y se detuvo a su lado.

—Entra al coche.

Mu Yuchen abrió la puerta e indicó a Xi Xiaye que

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