Unidos por la abuela romance Capítulo 181

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Después de que Nelson se fue, Jasmina expresó su preocupación. "Cele, ¿tu hermana tuvo otra discusión con tu cuñado?"

Mientras acariciaba la cabeza de su sobrino, Celestia respondió: "Hernesto todavía está en casa de sus padres. Le dijo a mi hermana que le devolviera su parte de los gastos de vida porque no come en casa. Quiere que le devuelvan su corte."

Jasmina respondió después de una breve pausa: "No es precisamente un buen partido, ¿verdad?"

Celestia guardó silencio por un momento antes de responder: "Mi hermana necesita encontrar estabilidad antes de pensar en el futuro."

Jasmina no comentó nada.

"¿Cómo fue la fiesta de la Sra. Fernández? ¿Tuviste química con su hijo?"

"Aún me duele la cabeza."

Celestia parpadeó y estalló en risas. "¿No me digas que fingiste estar borracha en la fiesta?"

Todo se trata de pose y gracia dentro de la alta sociedad.

Jasmina podría olvidarse de casarse con un hombre rico y poderoso si hacía un berrinche borracha en el cumpleaños de la Sra. Fernández.

"Bueno, no me emborraché ni me volví loca, pero fingí estar intoxicada después de tomar mucho vino. Me acosté en el suelo y fingí dormir. Mi tía me sacó de allí como la Diosa de Guerra. Te juro que ya no me va a llevar a ningún evento más."

Jasmina hizo lo imposible para que sus mayores la dejaran en paz respecto a casarse con un hombre rico y poderoso.

Aunque las esposas de lo mejor de San Magdalena no asistieron a la fiesta de cumpleaños de la Sra. Fernández, sí estuvieron las de la clase social alta y rica. La falsa borrachera de Jasmina y su actuación al dormir en el suelo fue un error completo.

En un círculo donde los chismes se propagaban como un incendio forestal, este escándalo no tardó mucho en llegar a los oídos de toda la comunidad.

Esas damas, que estaban obsesionadas con el estatus, despreciaban a Jasmina. Ahí se desvanecieron los planes de Sra. Luiz y Sra. López para casar a Jasmina con un hombre rico y poderoso.

Los López eran lugareños de San Magdalena y ganaron su dinero durante el auge inmobiliario. Desde que los padres de Jasmina tomaron el control del negocio familiar, sus activos se habían duplicado, si no triplicado.