Unidos por la abuela romance Capítulo 194

Después de pensarlo un poco, Gerard finalmente se sentó a la mesa del comedor. Abrió la tapa de la caja desechable y comió en silencio el burrito de desayuno que no le gustaba mucho.

Gerard tenía que admitir que vivir con Celestia lo hacía más parecido a una persona ordinaria.

Comía mucha comida callejera que nunca había probado antes.

Después del desayuno, Gerard fue al balcón. Se sentó en el columpio y admiró las flores y plantas de Celestia.

Se sentó allí hasta las once en punto cuando recibió una llamada de teléfono de Félix recordándole su cita para almorzar. Gerard luego volvió a su habitación, se vistió y salió.

Sabía que Celestia estaba en la casa de su hermana, por lo que pensó que no se encontrarían, así que en lugar de conducir la MPV nacional, fue al lugar en su lujoso Rolls-Royce. Como siempre, fue ostentosamente escoltado por un convoy de guardaespaldas a Amor en Viena.

El convoy se estacionó frente a la cafetería de la abuela Mariaje, y Gerard caminó hacia el restaurante para no causar mucha conmoción.

Cuando Gerard llegó al restaurante, Cristiano y Félix ya estaban sentados. Le saludaron con la mano, y Gerard se acercó con un grupo de guardaespaldas.

Los guardaespaldas se sentaron en la mesa de al lado. De esa manera, estaban lo suficientemente cerca para proteger a su jefe sin molestarle en la cita.

Solo Cristiano y Félix podían invitar a Gerard a este tipo de lugares.

Estaban sentados en el rincón más remoto del restaurante, por lo que era muy tranquilo.

"Gerard, tú pide." Cristiano le entregó el menú a Gerard.

Gerard no tomó el menú y dijo en blanco, "Somos habituales aquí, así que solo dile al gerente que tendremos lo de siempre."

"¿No quieres probar algo nuevo?"

Félix intervino, "Es un comensal exigente. Puede que no coma nada si pedimos algo nuevo. Mejor pidamos lo de siempre."

Al ver que sus amigos no querían pedir nada nuevo, Cristiano llamó al camarero para que anotara su pedido habitual.

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