Lilia se secó las lágrimas y trató de sonar normal.
"Me lo imaginaba, pero no esperaba que sucediera tan pronto."
A pesar de tener una aventura, Hernesto no se lo había contado a Lilia ni había mencionado el divorcio. Si su suposición era correcta, era por Nacho. Nacho era joven y no podía aguantar la separación. Los padres de Hernesto estaban ayudando a Calorina a cuidar a los niños y cocinar, mientras Hernesto solo se preocupaba por su propia familia.
Incluso Hernesto ponía a su hermana como su prioridad por encima de ella. No creía que hubiera nada malo en que sus padres ayudaran solo a su hermana.
Una vez que se divorciaran, los Castero lucharían por la custodia de Nacho. Sin embargo, Hernesto se sentiría mal por poner la carga de la crianza de los hijos en sus padres a menos que Nacho ya estuviera en el jardín de infancia.
Probablemente Hernesto estaba esperando a que Nacho comenzara a asistir al jardín de infancia antes de pedir el divorcio.
Lo único que podía hacer ahora era comportarse con violencia fría con ella.
"Lilia, mantente tranquila ya que todavía no tenemos pruebas. Mientras tanto, reuniremos todas las pruebas que podamos. Además, solo te estoy avisando en caso de que intente algo horrible contigo."
Celestia detectó los sollozos detrás del tono de su hermana, pero no se lo mencionó. Sus hermanas necesitaban tiempo para desahogarse.
Podía dejar que su hermana llorara si eso ayudaba.
Se necesitaron tres años de matrimonio para ver los verdaderos colores del hombre. Fue una lección dolorosa. Sin embargo, Lilia aún era joven a los treinta años. No tenía sentido quedarse desde que Hernesto había cometido adulterio.
"Lo haré, Cele. Disfruta tu cena. Estoy bien. Estoy buscando trabajo para prepararme para el divorcio."
Lilia no se derrumbó cuando perdió repentinamente a sus padres y enfrentó la crueldad de sus familiares. Pudo sobrevivir con su hermana contra todo pronóstico, por lo que la infidelidad de su esposo tampoco la destruiría.

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