Unidos por la abuela romance Capítulo 361

Algunos momentos después, Celestia dijo: "Después de escuchar lo que has dicho sobre tu colega, creo que es mejor que todas las citas a ciegas a las que ha ido Jasmina. Le preguntaré qué piensa mañana."

"Ya es tarde, Sr. Castell. Voy a volver a mi habitación para lavarme y dormir." Celestia estaba exhausta de las compras.

Gerard también se levantó y dijo débilmente: "Oh, buenas noches."

Celestia respondió con buenas noches y se fue a su habitación. Ni siquiera se molestó en guardar las cosas que compró y planeó dejarlas para la mañana siguiente.

Al ver cómo ella entró directamente en la habitación sin intención de quedarse, Gerard se quedó donde estaba y guardó silencio durante mucho tiempo.

Después de un rato, salió al balcón, se sentó en el columpio, mirando tranquilamente el cielo nocturno y preguntándose cómo seguirían ambos en el futuro.

Gerard estaba acostumbrado a dormir tarde, así que se sentó en el balcón hasta pasadas las once antes de regresar a su territorio.

El marido y la mujer vivían en la misma casa, pero se alojaban por separado.

Él no entraba en su habitación, y ella tampoco invadiría su territorio.

Una vez que las puertas de las dos habitaciones estaban cerradas, parecía que no tenían nada que ver el uno con el otro.

Fue Gerard mismo quien causó esto.

Así se pasó una noche silenciosa.

Al día siguiente, Celestia se despertó a su hora habitual.

Fue a la terraza para cuidar sus plantas.

Entonces vio algunas hormigas diminutas en la terraza. Cuando se inclinó para echar un vistazo más de cerca y siguió el rastro de las hormigas, lo rastreó hasta que salieron de varias macetas.

Se dio cuenta de por qué había tantas hormigas en la zona.

Era porque las hormigas habían salido de sus huevos en la tierra, ya que no había usado ningún pesticida cuando creó un jardín en la terraza.

Por lo general, regaba las flores sin inclinarse, por lo que no se dio cuenta de que había hormigas en las macetas.

Después de regar las plantas, tomó su bolso y salió al mercado para comprar comida para cocinar en casa más tarde. También compró varios paquetes de repelente de hormigas y los esparció en las macetas.