Unidos por la abuela romance Capítulo 371

"Mira esa sonrisa tan dulce. ¿Te envió tu esposo un mensaje?" Jasmina bromeó con su mejor amiga.

Estaba feliz de ver a Celestia y Sr. Castell acercándose el uno al otro. Esperaba que pronto tuvieran una boda para poder ser la dama de honor en su banquete de bodas.

"Nuestra habitación de invitados aún no tiene cama ni armario. Él recibió un bono y transfirió mil quinientos para que compre una cama, un armario, ropa de cama y lo que sea necesario."

"Sra. Felisa, le llevaré de compras después de la siesta de Nacho, y eso será después del almuerzo. Usted puede elegir los muebles como quiera, siempre que esté cómoda en casa."

Sra. Felisa se rio. "No soy exigente. Estaré bien con solo tener un lugar donde quedarme."

"No, eso no está bien. Tienes que vivir cómodamente. Tu jefe nos dio dinero para comprar cosas para ti, así que no tenemos que ahorrar. Elige muebles de buena calidad."

Celestia pensó que si Sra. Felisa hacía un buen trabajo, significaba una relación de empleo a largo plazo para ellos. Vivirían juntos como una familia, por lo que no podían tratarla injustamente.

Mirando la hora, Celestia preguntó a Elisa: "¿Te quedas a almorzar?"

Elisa recordó que ya no iría al Hotel San Magdalena a esperar a Gerard, pero tampoco quería ir a casa. Así que respondió casualmente: "Claro, yo me quedo."

Celestia le dijo a Sra. Felisa que cocinara para una persona más.

"Iré a cocinar ahora, Sra. Rubio."

Celestia observó alegremente a su sobrino jugando con juguetes y dijo: "Sí, claro. Yo cuidaré a Nacho."

Tan pronto como Sra. Felisa entró a la cocina, sacó su teléfono y envió un mensaje a Gerard.

[Sr. Gerard, Sra. Sainz está aquí. La señora le pidió que se quedara a almorzar, y ella lo aceptó.]

Gerard transfirió el dinero a Celestia después de su reunión y revisó varios documentos importantes. Estaba a punto de empacar y salir temprano del trabajo para almorzar con su esposa cuando recibió el mensaje de la Sra. Felisa.

Al instante sintió como si lo hubieran bañado con un balde de agua fría, enfriándolo de pies a cabeza.

"Elisa Sainz, menuda fantasma eres que no te cansas de perseguirnos."

Ella estaba molestando o acaparando a su esposa.