Unidos por la abuela romance Capítulo 387

El cerebro de Lilia se quedó en blanco por un momento. No esperaba que Noelia contestara el teléfono de Hernesto.

Luego alejó el teléfono de su oído, y grabó la llamada.

El amigo de Gerard la ayudó a investigar y recopilar pruebas de la infidelidad de Hernesto.

Sin embargo, solo podían demostrar que Hernesto le estaba siendo infiel emocionalmente a ella porque no había dormido con Noelia.

En ese momento, la pareja infiel probablemente estaba junta, así que Lilia pensó en grabar la llamada primero.

"¿Quién eres?" Noelia estaba presumida cuando Lilia se mantuvo en silencio.

La reacción de Lilia fue tal como Noelia se la había imaginado.

Después de que Lilia descubrió que le estaba siendo infiel, debería hacer un gran escándalo.

De esta manera, Hernesto estaría tan molesto que quería divorciarse de ella sin importar la custodia de su hijo.

Si Lilia no lloraba ni hacía problemas, Hernesto y su familia pensarían que Lilia estaba deseando el divorcio y la harían quedarse.

"Soy la esposa de Hernesto. ¿Dónde está él? ¿Dónde estás tú y qué estás haciendo? ¡Haz que Hernesto conteste el teléfono!"

El volumen de Lilia aumentó mientras hablaba, lo que la hizo parecer una histeria enojada.

Noelia sintió una sensación de victoria por la ira que mostró.

En vez de colgar, ella dijo: "Te lo dije, Hernesto está tomando una ducha, así que no saldrá tan pronto. ¿Hernesto no te dijo que tiene una cena de negocios esta noche? Soy su secretaria, así que tengo que acompañarlo."

"Bebimos alcohol, así que no podemos conducir. Hernesto nos consiguió una habitación de hotel y pensó que podríamos sobrio antes de ir a casa. No esperaba que llamaras a altas horas de la noche para comprobarlo."

Noelia pronunció la última parte de la oración en un tono extraño. "Hay tantos choferes, ¿por qué no llamaste a uno para que lo enviara de vuelta? ¿Por qué insistieron en quedarse en un hotel? ¿Están haciendo algo sucio a mis espaldas? ¿Verdad? ¡Mi esposo no regresó a casa después de la medianoche, por qué no puedo llamar para verificarlo? Esa es mi prerrogativa como su esposa. ¿¡Qué tiene que ver un maldito extraño como tú!?" Lilia gritó histéricamente por teléfono.