A Elisa Sainz le costaba imaginarse cómo sería su tía de adulta.
Celestia pensó que, una vez que regresara de la casa de Los Rivera, de inmediato dibujaría el parecido de la tía de Elisa ya siendo adulta. ¿Se parecería a su hermana?
"¿Entonces tu madre es la tía de la Sra. Sainz?"
Gerard solo podía pensar en una palabra: ¡melodrama!
¡Era demasiado melodramático!
Y para colmo, su esposa estaba pasando por algo tan melodramático.
Lo peor era que Elisa Sainz había confesado públicamente su amor por él y lo había perseguido. Celestia incluso la había ayudado a perseguirlo antes.
Si no fuera por él, poniéndose su anillo y mostrándolo, Elisa Sainz todavía vendría a su oficina todos los días para hacer un escándalo y molestarlo.
Al principio, quería darle una lección dura a Elisa Sainz, pero inesperadamente, se convirtió en una buena amiga de Celestia, lo que le impidió hacer cualquier cosa.
Tenía que tratar de forma especial a las personas que eran sinceramente amables con Celestia.
El grupo de bastardos Rubio había dejado de causar problemas a Celestia últimamente. Él había tenido algo que ver, pero también Elisa Sainz.
Los Rubio no sabían que él era el apoyo de Celestia y pensaban que era Elisa Sainz. Solo se detuvieron por ahora porque temían mucho el estatus de Elisa.
"No sé si lo es. Mi madre ya ha estado muerta durante quince años. Si lo es..."
Celestia sabía que la Sra. Sainz había estado buscando a su hermana con insistencia durante décadas. Si al final de su búsqueda descubría que su hermana había fallecido hace mucho tiempo, la Sra. Sainz sufriría un gran golpe.
También se sintió triste por su propia madre.
"Quizás es solo una coincidencia."
Con su estado de ánimo de depresión, Celestia dijo: "La Sra. Sainz ha dejado de buscar a su hermana. Mi madre nunca habló de su familia cuando estaba viva, pero si todavía estuviese viva, creo que querría encontrar a su familia.
"Nos mencionó antes que quería descubrir si la abandonaron sus padres biológicos o si los traficantes la habían secuestrado y vendido ."
Gerard guardó silencio.

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