Unidos por la abuela romance Capítulo 507

Mientras se dirigía al centro de pruebas de ADN, Celestia recibió una transferencia bancaria de cincuenta mil euros de Gerard.

Preocupado de que ella no aceptara el dinero, Gerard le había enviado un mensaje de texto:

"Cele, si no aceptas el dinero, lo tomaré como que no me ves como tu esposo. El marido debe ganar dinero para que la esposa lo gaste".

Celestia leyó el mensaje y sonrió. Gerard había aprendido a hacer que se sintiera culpable para que aceptara las cosas.

No tenía prisa por aceptar la transacción. Una vez en el centro de pruebas de ADN, esperó hasta que se tomaron las muestras de sangre de la Sra. Sainz y la suya antes de aceptar los cincuenta mil euros.

Con el dinero que le dio su esposo, Celestia llevó generosamente a la Sra. Sainz y su hija a almorzar a un hotel de cinco estrellas.

El hotel de cinco estrellas con el que Celestia estaba más familiarizada en todo San Magdalena era el Hotel San Magdalena.

El Hotel San Magdalena era un hotel insignia de Corporación Castell. Los Castell y los Sainz no estaban en buenos términos. De hecho, eran competidores. Solo se dio cuenta Celestia cuando ya estaban en el hotel.

Celestia se disculpó con la Sra. Sainz. "¿Qué tal otro restaurante en su lugar, Sra. Sainz?"

Entendiendo el mensaje, la Sra. Sainz sonrió y respondió: "Está bien. Solía venir aquí mucho para reuniones con clientes cuando dirigía la empresa".

Luego miró a su hija.

Elisa podía entender las indirectas. Entendió el significado detrás de la mirada de su madre.

Con la cara desencajada, Elisa comentó: "No es como si me fuera a encontrar con él aquí, mamá. ¿Qué importa si está aquí?"

A pesar de que su corazón se rompía en pedazos, Elisa se obligó a dejar ir sus sentimientos en el momento en que vio el anillo de bodas en el dedo de Gerard.

Alicia le había dicho que se alejara de los hombres infieles porque había muchos hombres buenos por ahí. No sería difícil para Elisa encontrar un esposo tan brillante como Gerard y que solo tuviera ojos para ella.

Al ver que la madre y la hija no les importaban, Celestia las llevó al hotel.