Después de escuchar todo un día de chismes sobre el matrimonio de Sr. Castell y su tendencia a adorar a su esposa, Celestia se aplicó una mascarilla facial delante del tocador por la noche y le dijo a Gerard: "Todo lo que escucho son historias sobre tu jefe hoy."
Con su rostro imperturbable, Gerard preguntó: "Oh. ¿De qué se trata?"
"¿No lo sabes?"
Celestia se dio la vuelta para mirarlo. "Tu jefe hizo un anuncio público de que está casado, pero nadie sabe quién es su esposa. Elisa dijo que eso causó un gran revuelo entre la alta sociedad."
"Gerard, trabajas en Cooperación Castell. ¿Tienes alguna noticia de primera mano sobre la identidad de la esposa de tu jefe?"
"He oído que la prensa esperó frente a tu edificio de oficinas durante mucho tiempo, pero tuvo que irse con las manos vacías."
Jalando una silla, Gerard se sentó al lado de su esposa y observó cómo Celestia se aplicaba la mascarilla facial. Agarró el empaque de la mascarilla para ver la marca. Era una marca buena y cara.
"Elisa me lo dio. Casi no uso mascarillas faciales, pero pensé en probarlo esta noche."
Gerard frunció el ceño y dijo: "No uses los productos para el cuidado de la piel que te da Sra. Sainz. Dime la marca que usas a menudo. Conseguiré los productos para ti."
"Elisa me dio muchos. Será una pérdida no usarlos. Elisa es una chica. ¿También tienes celos de las mujeres?"
Gerard extendió el brazo para tocar su rostro. "Tendré celos de cualquiera que te quite la atención de mí y cuando no me pongas a mi primero."
"Jeje. ¿Quién fue el que dijo que no sabe qué es la envidia?"
Gerard se quedó sin palabras.
"Vamos, Gerard. Dime con quién se casó tu jefe."
Gerard respondió divertido: "Pensé que no estabas interesada en los asuntos de mi jefe."
"No puedo decir que no me interese, solo que no hice intentos por averiguarlo. Tu jefe y yo somos de dos mundos diferentes. Apenas ves a tu jefe aunque trabajas en Cooperación Castell, y mucho menos yo. Probablemente nunca lo conoceré.

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